Adriana había sobrevivido a su esposo, autoridades de CDMX la ignoraron y hoy está muerta

CIUDAD DE MÉXICO.- Hace un año, Adriana supo que su esposo ya no sólo era el hombre que la golpeaba y manipulaba. Una noche de julio, Enrique intentó asfixiarla, por lo que denunció las amenazas de muerte, advertencias que fueron ignoradas por la Fiscalía de Justicia.

Hoy, ella está muerta. Un motociclista la baleó mientras conducía en Viaducto el 11 de agosto y Enrique está preso por delitos ajenos al feminicidio.

Familiares de Adriana señalan que la Fiscalía no ha encontrado elementos suficientes para vincular al agresor por feminicidio y garantizar que continuará preso.

Ayer, la familia de la víctima se reunió con Sayuri Herrera, fiscal de feminicidio, quien dijo que no se han reunido pruebas para vincular al ex esposo de Adriana como presunto autor intelectual de su muerte.

Hoy se llevará a cabo la audiencia en el Reclusorio Norte donde se decidirá si se inicia proceso contra el hombre que hace 18 años desposó a Adriana.

Se conocieron en el trabajo pero mientras ella ascendía por su especialidad de licenciada en Informática, él se rezagó y eso le provocaba envidia.

Las constantes infidelidades fueron motivo para que la mujer comenzara a desengancharse de esa relación de manipulación, golpes y abusos.

Pero aquella noche de julio cuando Enrique aprovechó que ella dormía para golpearle el estómago con un tubo, Adriana supo que debía soltar ese vínculo. Cuando Enrique escuchó la petición de divorcio volvió a violentarla. De nuevo esperó la noche y tomó una almohada para asfixiarla.

Ese fue el último día que la mujer compartió con su agresor y acudió a la Fiscalía para denunciarlo. Pensó que la ayudarían a alejarlo pero no fue así.

Tras días de papeleos, le recomendaron asistir a consultas con un psicólogo y a buscar refugio en casa de algún familiar.

Así fue hasta 15 días antes de que fuera asesinada. A finales de julio decidió cambiar al beneficiario de un seguro de vida para otorgárselo a su hija en lugar de su ex marido. Esa decisión hizo que Enrique allanara la casa donde vivía Adriana e intentara matarla.

Adriana sabía que Enrique no se detendría pero no halló ayuda. Por eso, dicen sus familiares, la tarde del miércoles pasado ella temía dejar la oficina para ir de regreso a casa.

No hubo quién la ayudara cuando una automóvil Peugeot y una motocicleta la siguieron desde la zona oriente hacia el Viaducto en donde la mataron.

Tampoco hubo ayuda para su hija quien se alertó al ver en las noticias que una mujer había muerto a bordo de un automóvil azul que circulaba por el camino de regreso a casa de su madre.