Entonces, según declaró Oswel, el adulto mayor intentó agredirlo sexualmente y para impedirlo, lo atacó con un cuchillo y a golpes.
Raúl murió en el inmueble, en Canal Nacional Chalco Amecameca y Prolongación Aquiles Serdán.
Oswel envolvió el cuerpo en una cobija azul y luego en una color blanco.
Después metió el cadáver en un tinaco de agua de mil 100 litros y, antes de que anocheciera, transportó el contenedor de agua de color negro hasta un lote baldío en un diablito, como se pudo observar en imágenes de cámaras de seguridad.
Quizás por el cargo de conciencia, Oswel Gabriel no se fue del lugar, se quedó en el terreno.
Cuando vio a los policías, ya siendo la madrugada del martes, salió de la maleza, hizo señas y gritó frenéticamente “¡yo lo maté!” para llamar su atención y confesar el crimen.
Los agentes hicieron caso a su actitud sospechosa y los llevó a unos 15 metros de distancia para que encontraran el cadáver dentro del tinaco.
Llamaron a paramédicos, pero éstos sólo pudieron confirmar que Raúl Alejandro había muerto por heridas en la cabeza.
Oswel Gabriel fue detenido por agentes del sector Tepepan y le hallaron ocho bolsitas con cocaína en piedra; se desconocía si él seguía bajo el influjo de las drogas.
La Fiscalía de Investigación Estratégica de Delitos de Homicidios tomó conocimiento de los hechos e inició la carpeta de investigación correspondiente, para determinar la responsabilidad de Oswel y confirmar la versión de que el adulto mayor al que asesinó había querido violarlo para cobrarle las drogas.