Mientras ella les ayudaba a levantarse, un vehículo con varios sujetos a bordo pasó por la casa de los jóvenes realizando varias detonaciones.
La ráfaga de plomo había alcanzado a la mujer y a sus hijos, por lo que de inmediato otro familiar los auxilió y trasladó al Hospital Infantil Magdalena Contreras, donde los médicos diagnosticaron a Santiago con un balazo en el brazo derecho y a su mamá con un impacto de bala en el brazo izquierdo, mientras que Ricardo no resistió los tres balazos que recibió en el tórax, y finalmente murió.
Agentes de Investigación que atendieron el caso revisaron las cámaras de vigilancia cercanas al lugar de la agresión para ubicar a los pistoleros.