“Nos preocupa que en este lugar se sacrifiquen animales, que los oímos llorar horrible”, relató Paty, “ayer (martes) llegó un auto Chevy cargado con unos 30 pollitos, chivos, borregos y gallos. Es una cosa espantosa, cómo operan en sus rituales, en los que utilizan tambores y animales, se intensifican los fines de semana y especialmente los domingos al mediodía”, relataron vecinos. Hasta el cierre de esta edición, seguía el cateo.