El hallazgo ocurrió a la altura de la calle Benito Juárez, donde los activistas observaron una mochila verde con negro –que el gobierno de la administración pasada repartió como parte del programa de útiles escolares– dentro de la cual estaban los restos ya en descomposición.
Aunque de inmediato alertaron a la Fiscalía mexiquense, los Servicios Periciales tardaron más de tres horas en acudir; los vecinos aseguran que es común el hallazgo de restos humanos en la zona, que son detectados principalmente por sus perros.