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Mientras peritos de la Fiscalía capitalina realizaban el levantamiento del cadáver, la madre declaró que la niña tenía cicatrices y moretones porque padecía epilepsia, enfermedad por la que nunca recibió el tratamiento indicado. Sin embargo, se conoció que la pequeña, además, estaba rapada y desnutrida.
Por ello, Raquel y Héctor, de 39 y 41 años, fueron detenidos como sospechosos del homicidio.
La mamá había estado presa por delitos contra la salud en el penal femenil de Santa Martha Acatitla. Fue ahí donde conoció desde hace cuatro años a Héctor, quien es mexicano.
La pareja procreó a Alejandra Itzamara, de 3 años, quien quedó bajó el resguardo de las autoridades tras el asesinato de su hermana peruana.
