“Al primero me lo matas” ordenó el ladrón

Aunque no era  su turno para manejar, sí le tocó morir. Antonio era el chofer de relevo de un de un camión de pasajeros y ocupaba el primer asiento del vehículo, que fue asaltado por dos hombres. La palabra de uno de los delincuentes lo sentenciaron a muerte.

“Al primero me lo matas”, dijo uno de los malhechores. Antonio tenía unos 40 años.

Así lo hacía porque el viaje de Huehuetoca hacia el paradero del metro Toreo lo debía guiar Saúl Martínez, su compañero de volante. 

Ayer a las 6:30 de la mañana, el chofer de 19 años esperó en la base de Santa Teresa a que el transporte se llenara. Por la hora, todos los asientos del autobús se habían ocupado y el transporte debió partir. Al llegar al poblado de Jorobas, un hombre hizo la parada. El sujeto abordó y se dirigió hacia la parte trasera del vehículo. 

Ahí permaneció parado, pero sólo por unos segundos. Tras desenfundar un arma, el ladrón exigió a los pasajeros que permanecieran sentados y al chofer que continuara con el viaje.

Otro hombre que viajaba en los asientos delanteros sorprendió a los pasajeros. Era un cómplice que inició el viaje desde la base y que esperó a que sus compañero abordara el camión.  Mientras uno amagaba con el arma, el segundo atracaba a las víctimas. 

A los hombres los golpeaban.  A las mujeres las ofendían.  Todos debieron entregar teléfonos celulares, dinero y alhajas.

Parecía que el asalto había terminado y que los hampones descenderían del camión, pero antes de escapar el hombre armado dio una orden: “Al primero me lo matas”. Era Antonio el que ocupaba el primer asiento y a quien le insertaron el cuchillo.

Tras lesionarlo, los sujetos abandonaron el camión y corrieron hacia el llano de Coyotepec. Fueron los pasajeros quienes intentaron auxiliar al herido y pidieron al chofer que siguiera hasta encontrar una patrulla. A los agentes y a los paramédicos los hallaron al  llegar a la caseta de Tepotzotlán. A su arribo el hombre había muerto.