Masacre en Topo Chico: Pelea entre Los Zetas

Por David Carrizales, en Monterrey

En lo que es considerada la mayor tragedia carcelaria en el país, 49 internos murieron y 12 más resultaron lesionados durante la disputa por el control del penal Topo Chico entre dos grupos comandados por líderes de Los Zetas.

Cerca de las 23:30 horas del miércoles inició la batalla campal, donde los internos utilizaron palos, bats, botellas y todo tipo de material que les sirvió como proyectiles para agredir a los rivales. 

Uno de los cadáveres presentaba un impacto de bala, que fue disparada por un custodio que se encontraba en el área femenil, confirmó el gobernador Jaime Rodríguez Calderón.

Los familiares de los reos fueron llegando al enterarse por las redes sociales del motín, el cual duró al menos 40 minutos, en el que un grupo prendió fuego en la zona de alimentos; cinco de los reos fueron calcinados.

Aunque el gobierno estatal aseguró que a las 01:30 horas de ayer se tenía la situación bajo control, hasta las 09:15 horas se realizó una conferencia, encabezada por Rodríguez Calderón, donde se dio un primer reporte.

En ese momento, “El Bronco” informó que había 52 muertos y 12 heridos, cinco de gravedad, y aseguró que desde la 01:30 llegaron elementos del Ejército, la Marina y la PF para apoyar en las labores de seguridad.

Aclaró que los hechos se registraron sólo en los sectores C-2 y C-3, por lo que las mujeres y los niños que habitan en el penal estaban fuera de peligro, tras la versión que algunas internas se encontraban entre los fallecidos.

Además, dijo que la riña inició por una disputa entre los grupos liderados por Jorge Iván Hernández Cantú, apodado “El Credo”, y Juan Pedro Saldívar Farías, “El Z-27”, del Cártel del Golfo y Los Zetas, respectivamente.

Sin embargo, Renato Sales Heredia corrigió la información. Señaló que la disputa se desató entre dos líderes de Los Zetas; uno ingresó a Topo Chico en noviembre pasado y el otro ya tenía varios años en el penal. 

Uno de los más criticados

El penal del Topo Chico, el más antiguo en la entidad —fue inaugurado el 3 de octubre de 1943— ha sido uno de los más criticados por la falta de condiciones de seguridad, sobrepoblación y autogobierno.

El gobernador Jaime Rodríguez afirmó que estos “lamentables y dolorosos hechos” fueron motivados “por la situación tan difícil que enfrentan los centros penitenciarios”.

Agregó que hay actualmente 3 mil 800 internos, pero su capacidad es para 2 mil 600 reos.

Familiares abren puerta

Después de la medianoche empezaron a llegar familiares, quienes exigieron con gritos información sobre los internos.

Poco después de las 9 de la mañana los inconformes lograron forzar la puerta de acceso al reclusorio, lo que tomó por sorpresa a los elementos de Fuerza Civil, que a empujones con los escudos protectores lograron replegar a los quejosos y volvieron a cerrar la reja. En respuesta recibieron una lluvia de piedras, palos y botellas.

Se quejaron de que pasaban las horas y nadie los atendía para saber si sus familiares estaban entre los muertos, los heridos o se encontraban bien.

La comisión agregó que durante el enfrentamiento, que sólo afectó las crujías C-2 y C-3, varios reos prendieron fuego a la bodega de víveres, sin afectar las áreas de dormitorio. Alrededor de la 1:30 de la mañana las autoridades tomaron el control.

Rechazó que se hubieran utilizado armas de fuego o se haya dado una fuga de internos y agregó que se montó un cerco de seguridad alrededor del centro penitenciario y del resto de los penales del estado. Cuatro de los cinco heridos de gravedad fueron identificados como Óscar Reynaldo Cázares González, Axel Lobato Mendoza, Jorge Alberto Aguirre Treviño y Hugo Roberto Escobar Rincón.

Dijo que el gobierno dará atención personalizada a las familias de las víctimas y se hará cargo de la atención médica y funeraria, y en el deslinde de responsabilidades se pedirá la presencia permanente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.