SE LE ACUSA DE HOMICIDIO CULPOSO

Conductor de BMW seguirá en el bote

En junio Carlos Salomón tendrá una segunda audiencia, a menos que llegue a un acuerdo reparatorio con las familias de las víctimas

Cuartoscuro

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La roja 08/04/2017 16:00 Redacción Actualizada 16:01
 

Durante los próximos dos meses, Carlos Salomón Villuendas, imputado por el accidente del automóvil BMW en el cual murieron cuatro personas, seguirá su proceso por homicidio culposo por tránsito agravado, en prisión.

Durante la audiencia de ayer —que duró siete horas—, la defensa del imputado presentó un resumen clínico sicofísico en el que se decía que Carlos está en shock y que a raíz del accidente presenta fatiga, cansancio y somnolencia, por lo que pidieron que el proceso lo continuara en libertad.

Sin embargo, el alegato fue desechado por la juez, quien dijo que estos síntomas son posteriores al accidente y en la audiencia no tenían pertinencia.

Los familiares de las víctimas estuvieron acompañados por cuatro diferentes asesores jurídicos, quienes en todo momento pidieron la vinculación a proceso y prisión preventiva.

Será hasta el 7 de junio cuando se realice la siguiente audiencia en la que se determine el futuro del indiciado. 

Esto si antes no llegan a un acuerdo reparatorio con la familia de las víctimas, algo que los abogados no descartan.

“LOS QUIERO MUCHO A TODOS”. Antes de terminar la audiencia, Carlos Salomón pidió a la juez el micrófono para decir unas palabras. 

Con la voz entrecortada, intentó mandar un mensaje, pero su abogado defensor lo interrumpió de inmediato. 

“Lo puedo asesorar su señoría”, dijo el litigante al tiempo que arrebataba el aparato, “adelante abogado”, ordenó la juez. Un minuto después rectificó. “Ya me corrigieron aquí, sólo quiero decir que los quiero mucho a todos, los quiero mucho a todos”, comentó Carlos Salomón Villuendas, para después volver a la postura que mantuvo durante las siete horas, acostado sobre sus brazos en la mesa.

Durante la audiencia, la juez le llamó la atención tres veces. Por ratos prácticamente se acostaba en el respaldo de la silla, en otros sobre la mesa, ausente, distante y quejumbroso, incluso, pidió a su defensa que los policías procesales no lo “intimidaran”, pues estos cada cinco minutos le pedían que mantuviera una postura firme y sobre todo, que pusiera atención.

La defensa justificó su comportamiento por el impacto que dejó el choque. “Su señoría, como se puede ver, mi cliente no está del todo bien de sus facultades mentales, ocupa tratamiento médico”.

Con información de David Fuentes.

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