La presunción de inocencia, en jaque

LEO AGUSTO

OPINIÓN 20/01/2020 12:09 LEO AGUSTO Actualizada 12:36

La contrarreforma al sistema de justicia que se presentaría en el Senado la semana anterior resultó ser un buscapiés. AMLO pretendía echar a la basura garantías como el respeto al debido proceso, el derecho a un juicio oral, características del sistema de justicia adversarial.

El proceso de cambio hacia los juicios orales inició en 2008 y se comenzó a diseñar años antes en entidades como Baja California, donde se ha implementado con buenos resultados. Pero no contábamos con que al Presidente le da tiña todo lo que huela al sexenio de Calderón, entonces hay que regresar a los tiempos de Luis Echeverría donde el sistema de impartición de justicia era inquisitorio y discrecional.

La paradoja es que Calderón utilizó muchísimo la figura del arraigo y los resultados están en montajes como el producido por García Luna. 

Pero el mentado buscapiés de la contrarreforma al Poder Judicial no sólo era para medir la temperatura social ante semejante barbaridad, no.

AMLO quiso ver la reacción del fiscal de EU, William Barr, especialmente en la reunión con el fiscal Gertz Manero. La visita de Barr y la cancelación “hasta nuevo aviso” del paquete no son coincidencia.

AMLO no está informado respecto a la enorme cantidad de dólares que ha proporcionado Washington al gobierno mexicano para construir un sistema de justicia más democrático. Esto, vía paquetes de ayuda y cooperación, como la Iniciativa Mérida. Por ello, se antoja difícil que el paquete de iniciativas siquiera se presente ante el pleno del Senado. 

La disminución de la brecha de desigualdad de los salarios y el sistema de justicia penal adversarial son dos asuntos donde nuestros vecinos del norte han puesto la atención.

Uno beneficia la imagen del Presidente y el otro lo pinta de cuerpo entero. 

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