¡La mejor historia!

Lupita Martínez

OPINIÓN 06/05/2020 10:51 Lupita Martínez Actualizada 10:51

¡¡ESO NO PUEDE SER CIERTO, POR DIOS!! De lo que le decía la semana pasada, consideremos esta colaboración como el capítulo número dos. En la última publicación le decía que el tema de hoy es la pandemia y por consiguiente todo y todos los que tienen algo que ver con el control e información sobre la misma.

Planteaba además el reto de que alguna televisora lograra de nuevo unificar a una buena parte del público de redes sociales sintonizando un mismo programa y comentándolo al mismo tiempo.

Una telenovela o serie de preferencia. Pero mire usted público conocedor, que estuve pensando toda la semana y reconozco que fui muy poco observadora.

La telenovela o tragicomedia o comedia de enredos la tenemos frente a nosotros todos los días a todas horas y no solo la seguimos en televisión y redes sociales, también en diarios y radiodifusoras y es además el tema que se comenta en casi todas las reuniones virtuales que existen. 

Fíjese usted, en medio de teorías de la conspiración, supuestos y ‘fake news’, que por cierto muchas personas creen, podríamos decir que lo que hoy vivimos es una historia producida por algún líder que opera desde la oscuridad con un presupuesto ilimitado y que ha conseguido a grandes escritores para bordar a mano personajes que ni usted público conocedor ni yo, en nuestros más altos sueños, hubiéramos podido imaginar.

Podríamos señalar a alguno léase presidente López Obrador, Hugo López Gattel, prensa escrita, ‘corona virus’, población, redes sociales como protagonista, pero sería un error porque esto día con día cambia.

Un día es el presidente mostrando estampitas y otro día el subsecretario de Salud regañando a una reportera; otro días o ese mismo, las redes sociales denunciando corrupción. El villano ‘corona virus’ (que también puede ser el héroe que salve a la madre naturaleza, a su muy particular modo) avanza callado y se planta delante, detrás y a los lados de los espectadores que no pueden dejar de seguir la comedia de enredos en la que se ha convertido el baile de las cifras, la venta del material necesario para enfrentar la pandemia y después la compra del mismo a un precio más alto.

La naturaleza (que sería como la doncella capturada) clamando por un respiro y en México, en donde seguramente hemos de ser más fuertes que ella, -aunque los temblores nos ha recordado que no- apostamos por energía que contamina. A los médicos (considerados héroes en el mundo) se les ofrece instalarlos en la desmantelada excasa presidencial en habitaciones comunitarias, algo así como los hostales que usan los viajeros de muy bajo presupuesto aun a sabiendas de posibles contagios por estar en contacto directo con la enfermedad, mientras están los hoteles vacíos con todas las comodidades para el descanso de los galenos. 

Sí, en México vivimos una tragicomedia que absolutamente nadie podría haber escrito antes sin que lo tacháramos de fantasioso ¡¡por Dios, eso no podría pasar en México!! , diríamos. 

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