La humillación al Cruz Azul

Gerardo Velázquez de León

OPINIÓN 12/08/2020 23:52 Gerardo Velázquez de León Actualizada 23:52

Uno de los días más complejos del año para el Cruz Azul. Por la mañana, recibe Guillermo Álvarez la notificación del juzgado décimo de distrito en materia penal de la Ciudad de México, de que le han negado la suspensión definitiva contra cualquier orden de aprehensión o comparecencia y su ejecución, así como para actos privativos de la libertad. 

Ese líder que es para muchos jugadores que lo han apoyado públicamente, saliendo incluso con mantas a los estadios de futbol; un empresario señalado por malos manejos, pero al que sus futbolistas han respaldado al mostrar letreros de solidaridad en los partidos contra Puebla y León. Ayer, contra el Querétaro ya no fue así, seguramente cambiaron de opinión.

Y después vino el papelón del torneo, perder por falta de ideas en el campo, por minimizar al rival; simplemente no llegó a Querétaro el equipo que tanto se había presumido, que ejercía un dominio total de la Liga. El escaso argumento futbolístico en el estadio de La Corregidora hizo detonar una de las peores exhibiciones deportivas de Cruz Azul en  2020.

Los valores económicos no representan nada en el futbol, pero dicen demasiado en niveles competitivos. El Cruz Azul tiene una valoración en el mercado de más de 60 millones de dólares derivados de su plantel, mientras que el Querétaro no llega a los 15 millones, además tuvo que subir a 15 jugadores provenientes del extinto Ascenso MX, de su hermano el Atlante.

La desesperación de Robert Dante Siboldi, notoria en la pantalla de televisión, debe generar de inmediato un replanteamiento del proyecto, de las decisiones antes y durante los partidos. Claro que se puede perder, algo que no sucedía desde el 17 de enero cuando cayeron en Liga contra el Atlético de San Luis (2-1), pero hay formas de hacerlo, y claro, sin minimizar el esfuerzo de Querétaro, en la normalidad futbolística, por plantel, deberían ser superiores. Así que el papelón en La Corregidora debe ser el parteaguas, para bien o para mal, porque simplemente el Cruz Azul no fue lo que pretendía ser y ahora, o reacciona para el siguiente partido con un futbol más armado, más cercano a lo que mostró en otros momentos de este 2020, o puede venir el derrumbe.

Mención aparte lo que ha sucedido en Ciudad Juárez. Lo del arbitraje es de pena, porque no solamente podemos argumentar que un silbante (incluido el VAR) vuelve a equivocarse en favor del Guadalajara, sino que parece tendencia en contra de los Bravos, luego de que en la Jornada 3, Óscar Macías los acuchilló de manera infame, y ahora Adonai Escobedo lo vuelve a hacer. Sigue siendo terrible el trabajo de estos señores, y pensar que quienes pagan sus sueldos son los mismos clubes, esos a los que gracias a su poca preparación o traumas, perjudican con una mano en la cintura. Total, en el arbitraje mexicano, como en muchas otras cosas, se vive en tierra del “no pasa nada”.

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