Una mañana, iba muy contenta con mi hija Laura y mi nieta Luz de compras al Centro por útiles escolares de la niña. Al salir del metro Revolución, Laura se desplomó y la llevamos al hospital. Ahí nos dijeron que tenía un problema renal grave, al poco tiempo murió.
Desde ese momento, me hice cargo de Luz, ya que Gustavo, su padre, se desentendió, tras la separación de Laura. Por la muerte de mi hija, él comenzó a visitar y llamar a mi nieta, yo no sabía si quería quitármela.