Zaratustra recuerda sus aventuras en el pancracio profesional del estado de Morelos

La inagotable historia de la lucha libre profesional del estado de Morelos abrió otra de sus páginas de oro, al recordar la vida en los encordados de uno de los más grandes ídolos de los aficionados al pancracio en la legendaria Arena Isabel de Cuernavaca.

Fue en la década de los 70, cuando el técnico enmascarado Zaratustra llegó a las filas de la escuela de lucha libre, donde fue recibido por otros elementos, quienes con el tiempo se convirtieron en compañeros de sangrientos e históricos combates, así como acérrimos rivales arriba del ring.

Es el propio ‘Negro’, como se le dice cariñosamente al técnico enmascarado, quien recuerda cómo fueron sus principios en el arte del deporte espectáculo de la lucha libre.

“Como muchos de nosotros, mis primeros contactos con la lucha se dieron cuando siendo niño, llegamos a asistir a la Arena. Aquellas máscaras, desdenes de los gladiadores, la adrenalina de ver cómo golpeaban y dominaban a sus rivales, pero, sobre todo, el aspecto físico, fue lo que más me impactó y, de inmediato, me proyectó a ser algún día como ellos”, recuerda el también mecánico de profesión.

El técnico enmascarado fue uno de los ‘consentidos’ de la empresa que dirigió don Ramón Cué Gómez, por el imponente físico, ya que era asiduo al fisicoconstructivismo y alternaba su trabajo, el gimnasio y la lucha libre, por lo que recibió oportunidades para enfrentarse a luchadores de la talla de El Solitario, Canek, El Ángel Blanco y El Nazi.

“Tuve muchos privilegios, entre ellos, ser maestro de lucha libre en Guatemala, Estados Unidos, Canadá, lo que fue otra experiencia en mi carrera, además de haber sido alumno de los mejores maestros en la catedral de la lucha libre, la Arena México”, recordó Zaratustra, quien este año, cumplirá 73 años de vida y sigue al tanto de su deporte. 

ENTÉRATE

Mecánico de profesón, recibió oportunidades para enfrentarse a luchadores de la talla de El Solitario, Canek, El Ángel Blanco y El Nazi, defendiendo la bandera de Morelos.

Tres máscaras ganó como esteta profesional: Espía II, Hombre de Ultratumba y Ultratumba II. Él la perdió con Pierroth Jr.