Tras cirugía, abuelito atropellado es ignorado por aseguradora en Morelos

CUERNAVACA, MORELOS.- El pasado 24 de julio, el señor Isabel Hernández Onofre, de 97 años, fue atropellado por una ruta de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) cuando caminaba por calles del Centro, pero a partir de ese momento, el señor ha quedado postrado sobre una cama. 

“Mi abuelito salió al centro y lo atropelló una ruta de la CTM, esto ocurrió en la avenida Degollado en el Centro”, comentó María Guadalupe Vigueras Hernández, quien es nieta de la víctima y es la que se hace cargo del señor. 

En un inicio, el seguro de la ruta se hizo cargo de los gastos médicos y el compromiso fue darles la atención especializada hasta el término del tratamiento y que el señor pudiera recuperar su salud, pero tras una cirugía y la amputación de dos dedos, ahora, la aseguradora ya no ha respondido. 

“Quedaron de hacerse cargo de los gastos, lo cual nada más cubrieron lo del hospital y ahora no han dado la cara, no se han presentado y no nos han ayudado económicamente con nada”, declaró María Guadalupe. 

Para la familia, la atención de don Isabel cada vez se complica más, ya que en su domicilio, ubicado en la colonia Lagunilla, en Cuernavaca, el señor vive en condiciones precarias, además de que de manera urgente necesita medicamento, insumos para curación, pañales y hasta el apoyo de un medio de transporte, ya que no han podido llevarlo al hospital para ser valorado. 

“Para él son gastos en los pañales, en la comida, medicamento, necesita oxígeno… requiere una cirugía para quitarle toda la piel gangrenada”, dijo la nieta de Isabel.  Pese a los tratamientos que requiere, su familia no cuenta con los medios para llevarlo a un hospital público, ya que los gastos de la aseguradora no cubren los traslados y solo costea un par de consultas. 

En su juventud, don Isabel se dedicó a la caña en la región sur de Morelos, posteriormente se fue a Estados Unidos y finalmente regresó a Morelos, donde a pesar de su avanzada edad, él salía todos los días a vender pelotas afuera de la tienda departamental sobre la avenida Morelos, para tratar de sentirse útil, dicen sus familiares. 

La única petición de la familia es que la ruta se haga cargo de los gastos médicos del señor, quien, desde el accidente, permanece postrado en una cama, prácticamente muriendo poco a poco.