Patricia “La Leyenda” Ruiz, la atleta que venció la depresión y las críticas en el ring

La explosión de un tanque de gas en su hogar le quemó la mayor parte del cuerpo y eso sumió en la depresión y el sobrepeso a Patricia “La Leyenda” Trejo Ruiz, porque fueron seis meses de vivir en un hospital.

De tez morena, baja estatura y voz bajita, “La Leyenda” narra su viacrucis: “Fue una recuperación lenta… dolorosa, que trajo consigo cambios, sobre todo con mi esposo, quien me abandonó”, narra.

Patricia es una mujer que, a la par de tener una licenciatura en trabajo social por la UNAM, ha combinado el deporte, porque ahí práctico lucha grecorromana, atletismo y pesas.

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Se inició en el boxeo para combatir el sobrepeso, pues pesaba 97 kilogramos y también para combatir a la depresión… a los cuales noqueó, aunque no le fue fácil.

La edad generó, que en sus inicios —hace seis años— cuando tenía 50 años de edad, fuera discriminada y hasta echada de un gimnasio.

Pero la promesa que le hizo en el lecho de muerte a su madre la llevaron a convertirse en peleadora amateur y lo más sorprendente es que el 19 de octubre, en Villa del Carbón, en el Estado de México ¡debutó profesional! Hecho que será inmortalizado en el Libro Mundial de los Récord Guinness. Su rival fue Leslie Gómez.

“Como amateur llevó 30 peleas, he ganado 15, seis de ellas por nocauts, nueve empatadas y seis derrotas. Pero me las he visto muy negras”, comenta con voz entrecortada.

Su cabello ensortijado y sus ojos negros se pierden en el pasado reciente y sus recuerdos se activan.

“Empecé para bajar de peso y porque tenía un problema de depresión. El boxeo me curó, pues dejé el medicamento y bajé de peso; cuando comencé a entrenar pesaba 97, ahora peso 68 kilos y la depresión se fue”.

Patricia tiene tres hijos, quienes la han apoyado en su incursión en el pugilismo: “Martín Alberto tiene 33 años, es Licenciado en Sistemas; Luis Manuel de 29 años, es Ingeniero en Sistemas y Ana Patricia, de 20, cursa la licenciatura”.

“Llegué a un gimnasio y el profesor me vio pegarle al costal, luego se ofreció a manoplearme, eso me motivó y le puse más ganas, con la ilusión de hacer una pelea, pero por mi edad no sólo me rechazaron, sino que se burlaron. Como no me pudo conseguir una contienda, me fue de ahí”.

“La Leyenda” se fue con otros entrenadores, sólo para hacer acondicionamiento y buscar una pelea, pero sólo aumentaron las burlas a su persona.

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“Me pedían que mejor me fuera a cuidar a mis nietos y otro entrenador me mandaba a un rincón solo a pegarle al costal, pero no me pudo buscar rival.

Así que un amigo me mando con Mario Martínez, quien me consiguió una pelea, por parte de la alcaldía Álvaro Obregón, así hice realidad mi sueño; de hecho, fueron diez contiendas las que hice a su lado, porque cuando me llevó fuera de la delegación todos se burlaron de mí.

Cómo él ya no supo que hacer, me propuso convertirme en entrenadora y le di las gracias”.

Estuvo 15 días haciendo aerobics y zumba, hasta que el señor Anthar Sosa le ofreció una pelea en Plateros, pero como no tenía mánager la rechazó; sin embargo, conoció al profesor Gerardo Flores, quien la llevó a ese combate y a participar al torneo Ídolo Chilango.

“Ahí también se burlaron por mi edad, dijeron que mi profe sólo perdía el tiempo conmigo, pero al final gané por nocaut y callé muchas bocas”.

A sus 53 años de edad, hizo su debut profesional, con licencia del Estado de México y con ello le cumplió la promesa a su madre muerta.

“Mi mamá murió de cáncer y ahí le prometí que haría todo lo posible para que ella se sintiera orgullosa de mí ‘ya lo estoy, eres una mujer muy fuerte’ me dijo. Lo malo es que ya no pudo ver esto” recuerda al borde del llanto.

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