El espíritu del 2025 se disuelve dejando un sendero de gratitud por cada desafío superado y cada alegría celebrada.
Una nueva aurora pinta el horizonte: 2026. Sus números vibran con una energía singular. 2 + 0 + 2 + 6 suman 10, y el 10 se reduce a 1: el número del inicio absoluto, la audacia y el liderazgo. El pionero que se atreve a forjar su propio camino. Imagina este nuevo año como un lienzo en blanco, vasto, esperando ser tocado por los colores de tus sueños.
El número 1 te llama a sembrar intenciones poderosas y a liderar tu vida con confianza. Es un año para manifestar ideas, emprender nuevos proyectos y soltar lo que ya no sirve.
La energía del 1 te invita a abrazar con valentía las posibilidades que se despliegan ante ti. Así que, manos a la obra, con los mejores Padmes.
Este año es el ritual de Soberanía. Usa una prenda íntima o una prenda dorada. Antes de ponértela, pásala por el humo de un incienso de sándalo y de mirra: “Yo soy el sol de mi propio universo. En este 2026, mi luz no pide permiso para brillar. Decreto abundancia en mi plexo solar y reclamo mi trono con amor y poder. Así es”.
Al cocinar una cena especial, añade una pizca de cúrcuma o azafrán para equilibrar el chakra solar. Mientras las revuelves en el sentido de las agujas del reloj, visualiza que estás cocinando “monedas de luz”. Cada semilla es un tesoro, cada grano es un éxito. Mientras siempre está llena y mi linaje prospera bajo el sol de Yo.
Dentro de una maleta, coloca una piedra de citrino o pirita. Al salir a la calle, no camines rápido, camina con elegancia y seguridad, da el paso como un león patrullando su territorio. Al hacerlo, manifiesta: “El mundo es mi hogar y aventuro mi destino. Abro caminos de gloria y expando mis horizontes hacia la luz”.
Al ponerte tus calzones dorados, afirma en voz baja: “Soy el Sol de mi vida. No busco éxito: el éxito me persigue”. Hecho así.
Al brindar con el anillo de oro dentro de la copa, eleva tu mano hacia el cielo, en dirección al Sol y manifiesta: “Brindo por la vida, brindo por mi esencia. Que este año active mi magnetismo y atraiga a mi vida solo aquello que vibre en mi más frecuente excelencia”.
Al estrenar tu prenda dorada, mírate a los ojos frente a un espejo antes de la medianoche y di: “Reconozco la divinidad que habita en mí. Me presento ante el 2026 como un ser creado de realidad. Soy luz, soy fuerza, soy inicio”.
Envuelve el billete en un trazo de papel dorado narrando con intención tu prosperidad: “Piso tierra fértil, camino sobre oro. La estabilidad es mi naturaleza y la riqueza, mi derecho”.
Barre con hierbas amargas (ruda y romero) lo que ya no te sirve. Como Leo es un signo de fuego, este elemento es muy poderoso para transmutar. “Lo que fue ceniza hoy es amor. El fuego sagrado consume mis miedos y transmuta mi pasado en sabiduría pura”.
La magia continúa en cada palabra que leemos el próximo año.