San Crispín y San Crispiniano fueron arrestados y sometidos a torturas por negarse a renunciar a su fe. Finalmente, fueron ejecutados, pero su valentía y entrega a su religión los convirtieron en figuras veneradas en la Iglesia Católica. Su festividad se celebra el 25 de octubre.
A lo largo de los siglos, San Crispín y San Crispiniano se han mantenido como un símbolo de trabajo humilde y sacrificio. Son especialmente honrados por los zapateros y otros artesanos del calzado, quienes los consideran sus santos patronos. Además, su historia ha inspirado a artistas y escritores, y su legado continúa vivo en muchas culturas alrededor del mundo.