(Imagen ilustrativa: Meta AI)
Personas de toda Francia y países vecinos viajaban a Ars específicamente para confesarse con él. Se cree que hacia el final de su vida, hasta 20,000 personas al año visitaban Ars para verlo.
Se le atribuía la capacidad de leer las almas de los penitentes y testimonio de la época hablan de cómo podía revelar pecados que los confesantes habían olvidado u ocultado.
Fundó "La Providencia", un orfanato para niñas al que dedicaba todo su dinero. Él vivió en extrema pobreza personal para poder ayudar más a los necesitados.
Se le atribuyeron numerosos milagros en vida, incluyendo curaciones y multiplicación de alimentos.
Fue canonizado en 1925 por el Papa Pío XI y cuatro años después, declarado patrono de los párrocos. Para su canonización, la Iglesia reconoció oficialmente dos milagros atribuidos a su intercesión después de su muerte: curaciones médicamente inexplicables.
(Imagen ilustrativa: Meta AI)
Hasta hoy su vida es un modelo de virtud sacerdotal y de santidad práctica en el ministerio pastoral.