Te cuento mi sueño más cachondo

Hola,  mis amores, muy feliz miércoles tengan todas y todos ustedes. Hoy quiero platicarles un sueño que tuve ayer, cuando llegué de trabajar y me sentía muy cansada, así que solo me di un baño para entrar en la cama y en cuanto puse mi cabeza sobre a almohada caí rendida. Me quedé así desnuda y con las piernas abiertas. 

En mi sueño, yo estaba en un bosque y mientras llovía caminaba para llegar a mi casa de campaña, entonces noté que mi cuerpo se erizaba por la brisa, me miré y estaba desnuda, me tapé como pude con las manos, sintiendo algo de pudor y vergüenza, así corrí rápidamente hasta llegar a la casa de campaña, en cuanto logré abrir el cierre, vi que estaba una de mis amigas masturbándose, sus piernas abiertas apuntaban hacia la entrada de la casa, me miró y rápidamente se cubrió con una cobija, yo no sabía qué hacer, estaba desnuda también, pero el momento había sido algo vergonzoso para las dos, con el frío en el cuerpo entré, tomé una cobija y me cubrí. 

Cerré la puerta de la casa y me quedé mirando, no sabía qué hacer, ella se veía demasiado excitada y a mí ya tenía tiempo de gustarme, en secreto. De pronto, sentí su mano en mi hombro, no lo dudé y la bajé hacia mi seno, ella entendió sin palabras y comenzó a apretármelo. 

Mientras buscaba sus piernas, de un momento a otro ya estábamos acostadas, yo arriba de ella y ella con las piernas bien abiertas, tomé su consolador y comencé a masajear su clítoris, las vibraciones llegaban hasta mi mano, y al mismo ritmo ella estaba metiéndome los dedos, seguí así por un rato, hasta que me pidió que la penetrara, le metí el vibrador que se deslizó como agua, porque ella ya estaba muy mojada. 

Lo metía y lo sacaba, a veces, para que las vibraciones estimularan su clítoris, así mientras las dos nos dábamos placer, ella de pronto explotó justo en mi abdomen, dejándome empapada, entonces por la excitación me metió aun más profundo los dedos, haciendo que yo también me viniera después de ella. 

Me tiré a su costado y cerré los ojos. Fue curioso que cuando los cerré en mi sueño desperté en la realidad, pero todo se había sentido tan real. ¡Vaya, mi sorpresa! Había dejado abierta la ventana y la lluvia me había mojado.

¡Cuéntame! ¿Tus sueños han aumentado de intensidad con esta cuarentena? Nos leemos la próxima semana, mis amores.