Sueños húmedos

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(Foto: Archivo, El Gráfico)

Sexo 10/07/2019 05:18 Helena Danae Actualizada 15:00
 

Hola, mis amores, muy feliz miércoles tengan todos ustedes, hoy vengo con más ganas de contarles las cositas que he hecho, tal vez porque me acaban de pasar. ¡Sí, mis amores! La anécdota de hoy viene como el pan, “calientita”. 

Y es que nos fuimos a un rancho, aprovechando que no había mucho trabajo por acá y queríamos ver un poquito de la naturaleza, cómo se está poniendo verde después de algunas lluvias, además a recoger “chilitos”, por lo menos yo así los conozco, la frutita que dan las biznagas. 

En fin, regresamos ya cansados del viaje y nos pusimos a ver televisión para relajarnos, terminamos bañándonos y por fin, viendo una película. Más tarde, nos acostamos y caímos rendidos. Me quedé pensando en que una sexhop de la CDMX me hará algunos patrocinios y que estoy ansiosa por pasar a recoger el paquete, así imaginando me quedé dormida. 

Empecé a soñar, justo en lo que estaba pensando, en cómo iba a promocionar esos materiales, soñé que me habían mandado dos bolitas que eran vibradoras y podían introducirse en varios lugares para estimular los sentidos, así que me ponía al frente mi celular, y me comenzaba a grabar, así tomaba un poco de lubricante, lo ponía en las bolitas y me las metía por atrás, todo estaba siendo grabado, encendía las vibraciones de manera lenta, tomaba un vibrador rígido con la punta curveada, para estimular el punto G, encendía su vibrador y así lo iba metiendo poco a poco.

Verme en la pantalla de mi celular aumentaba la excitación, pues era un espectáculo verme prendida, sentía las vibraciones dentro de mí por todo el cuerpo, en distintas sintonías, pero las dos me gustaban. Comenzaba a temblar del placer y aumentaba la vibración de ambos juguetes, ni siquiera tenía que hacer el movimiento de meterme y sacarme el dildo, sólo con las vibraciones ya era suficiente el placer como para lograr terminar.

Me desperté un poco agitada, húmeda y excitada, aún era de madrugada y vi a mi hombre acostado durmiendo, me metí debajo de las sábanas y comencé a jugar con su amigo por arriba de su bóxer, así seguí hasta que lo vi duro, me destapé la cabeza y él aun no despertaba, me lo metí a la boca, no fue mucho el jugueteo que hice con mi lengua, más bien lo dejé escurriendo de saliva, me subí y antes de metérmelo comencé a besarlo a él en los labios, despertó un poco asustado, porque el peso de mi cuerpo ya estaba sobre de él, me dijo que no lo despertara así, porque podía reaccionar mal y yo solo 

sonreí y lo dejé ver su miembro bien húmedo, lo miré y le pregunté ¿seguro que no quieres que te despierte así? Le dio risa y dijo que estaba teniendo un sueño estupendo. Ya me imagino por qué. Me subí en él y comenzamos a hacerlo, la excitación que yo ya traía de mi sueño hizo que cada sensación fuera más placentera. Me giró y me dejó acostada boca abajo y yo solo levanté un poco las nalgas para que él pudiera darme, me quedé quieta y solo sentía su vaivén. Terminamos sudados, chorreados y contentos, y ahora sí nos quedamos dormidos.

Desperté y corrí a mi lap para estar aquí, escribiéndoles esta columna y esperar calentar sus mañanas. Les deseo todo lo mejor y que sus sueños sean igual de húmedos que los míos.

¡Los adoro!

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