¡Se me antojó!

Sexo 23/01/2019 05:18 Helena Danae Actualizada 21:15
 

Hola, mis amores,  hermoso miércoles para todos y todas ustedes, muchas gracias a quienes estuvieron presentes en la firma de calendarios, me hacen sentir súper querida y me dan ánimos para seguir haciendo lo que hago, sé que les gusta y a muchos les ayuda.

Me sorprendió escucharlos decir que mis “tips” les habían ayudado a mejorar su vida sexual. Para quienes me han preguntado si soy sexóloga, no lo soy, estaría súper tomarlo más a fondo y estudiar para, ahora sí, ponerme ese título colgado en la cabeza, pero por ahora solo les comparto experiencias, un poco de lo que he vivido, otro poco de lo que han vivido las personas que me rodean.

Este viaje a CDMX fue muy productivo, después de la firma de calendarios, decidimos irnos a comer a una pizzería, donde hacen pizzas artesanales y de sabores que no podríamos encontrar en un restaurante ordinario, amenizado con música hip hop. 

Ahí, estaba sentada con mi amiga, quienes fueron a la firma sabrán quién era. Comíamos, platicábamos, yo traía el vestido negro con transparencias a los lados, por lo que tenía un poco de frío, así que mis pezones se podían notar a través de la tela. De pronto, la música se empezó a poner más caliente, o tal vez la caliente era yo y solo necesitaba un excusa, entonces decidí pasar mi mano sobre su pierna; ella traía pantalón, pero vi en sus brazos cómo su piel se ponía chinita al sentir mis caricias. Seguí tocándola y abrió las piernas y me dio permiso de con mis dedos marcar el borde de su amiguita.

Mi mirada estaba fija a su parte baja y justo cuando levanté la cara, ella me besó sin aviso, y a pesar de lo que yo estaba haciendo quedé sorprendida, pues su lengua fue directo hacia mi boca, sin escalas. Me tomó del cabello y me acariciaba mientras seguía besándome. Ella se levantó y tomó mi brazo. Bajamos unas escaleras y llegamos al baño, ella entró, se abrió los botones de su blusa y pude ver sus pezones perforados, así como me vuelven loca, comencé a apretarlos y su lengua estaba de nuevo dentro de mi boca. 

Su rodilla rozaba mi entrepierna y mis calzones se ponían cada vez más mojados, ya muy caliente desabrochó el cierre de mi vestido y lo bajó hasta mis hombros…

¿Quieren saber que más pasó dentro de ese baño? Les seguiré contando mi travesura en la próxima columna.

¡Nos leemos el miércoles!

Google News - Elgrafico

Comentarios