Mi plan para hacer "el delicioso" al aire libre

Hola, mis amores, feliz miércoles a todas y todos. ¿Alguna vez han tenido relaciones sexuales en lugares públicos? 

Conozco varias personas que sí, hay algunos que les gustaría ser descubiertos y que justamente eso es lo que les atrae de esta aventura, el saber que pueden ser observados.

Hay más fantasías con este tipo de relaciones, pero estamos los que solo buscamos un ambiente distinto, para poder coger sin que sea la misma casa o un hotel, tal vez conectarnos más con la naturaleza. 

Y es que estos días de encierro hemos hecho tantas cosas, que hemos dejado marcado cada rincón de la casa. En la mesa, en la estufa, recargados en el refrigerador, pero después de un año de confinamiento, obviamente, ya estamos un poco fastidiados de que sea lo mismo, en los mismos lugares. 

Así que estamos planeando salir a divertirnos un poco, sin contacto con nadie más, solo él y yo. Así, nos protegemos de este virus horrible, pero podemos disfrutar del aire fresco. 

El plan es salir solo con un vestido, sin ropa interior, irnos hacia el monte, mientras yo voy en el asiento de copiloto, tocándome, masturbándome para que me vea, levantando ese bonito vestido y dejándole ver a mi amiguita inflamada por el deseo de tenerlo dentro, por saber que es tan rico sentirlo hinchado y palpitando. 

Mientras me toco, dejar que mis dedos abran mis labios para que él pueda admirar la belleza de mi centro. Seguir manejando hasta encontrar alguna entrada hacia una presa, ingresar y cuando estemos en un punto medio, ni muy cerca de la carretera ni muy cerca de la presa, bajar los asientos traseros de la camioneta para poder acostarme y abrirle las piernas, para que él pueda con su lengua darme todo ese placer que estaba anhelando desde que salimos de casa. 

Mientras él está sumergido en mi entrepierna succionando mis jugos, yo poder tocar mis pezones con la espalda arqueada, sintiendo su lengua y labios en mi amiguita; cuando esté saciada de los orgasmos que su boca pueda darme, me voltearé para ponerme con las tetas pegadas al suelo y mis nalgas bien levantadas, las manos abriéndolas para que él pueda ver todo lo que se estaba comiendo y dejaré que me embista a su gusto, que me dé como quiera y al ritmo que más le apetezca, hasta que termine explotando dentro de mí.

No sé si solamente es un pretexto el salir a terrenear para romper la rutina o en verdad quiero tener en mi nariz ese olor a hierba, mientras tengo otra cosa dentro de mí. 

¿A ti te gusta el sexo al aire libre? ¿Qué es lo que más te gusta de esa aventura? Recuerden seguirme en mis redes sociales y espero con ansias leernos la próxima semana. 

¡Los adoro!

Cuando esté harta de los orgasmos que su boca pueda darme, me voltearé para ponerme con las tetas pegadas al suelo y mis nalgas bien levantadas”.