Me encanta pasearme desnuda por mi casa

Me encanta pasearme desnuda por mi casa

(Foto: Archivo El Gráfico)

Sexo 10/06/2020 11:18 Helena Danae Actualizada 11:18
 

Hola,  mis amores, feliz miércoles a todas y todos. Hoy quiero platicar sobre nuestro cuerpo desnudo. Y es que no es lo mismo admirar un cuerpo por su anatomía, que de una manera erótica. 

Si vemos una fotografía de un cuerpo desnudo, debemos aprender a percibir las ideas que esta fotografía nos quiere transmitir. A veces será solo un desnudo que nos enseña la belleza del cuerpo humano y otras veces vendrá cargado de erotismo y sexualidad, aunque no se llegue al punto de ser pornográfico.

Es como cuando vives con tu pareja y te gusta andar desnuda por toda la casa, pero eso no quiere decir que estás buscando coger todo el día. Simplemente andas cómoda en tu propio hogar, y con eso no perderás esa chispa al momento que  quieras seducir a tu pareja.

Imagínate que andas por la casa desnuda, limpiando o recogiendo lo tirado, disfrutando del aire fresco en este verano caluroso, caminas de aquí para allá, llevando trastes al fregadero, pero de momento te entra la cachondez y quieres incitar a tu pareja a hacer algo más que solo admirarse el uno al otro, así que hasta tu forma de caminar cambia. 

Comienzas a menearte invitándolo a que sus manos recorran tu cuerpo. Te das cuenta que la vibra comienza a ponerse más cachonda en el hogar. De pronto, sólo recoges algo que está justo frente a él empinándote y dejándolo ver todo lo que se puede comer.

Cuando ya tienes una conexión con tu pareja, ya puede tomar las indirectas como tú quieres que sean. Y entonces,  él te da una nalgada y comienza a manosearte, tú te aprietas contra su cuerpo, sintiendo su erección y entonces ya saben que están listos para empezar.

Así comienza el pre, los besos, las caricias y el cachondeo, eso que te deja bien húmeda. Si estás de pie, él solo levanta tu pierna un poco y los hilos de tu flujo se sienten colgando en tu entrepierna,  él saca su miembro ya duro por el cachondeo y decide metértelo.

Su miembro resbala como agua, todo el previo fue eficiente, comienzan la faena sudando y jadeando, ambos llegan al orgasmo. En cuanto te saca su miembro escurre un poco de su leche. Terminan felices, te pones un calzón y siguen con los deberes de la casa. 

Es ahí cuando entendemos que nuestro cuerpo es algo natural, podemos usarlo de manera sexual, pero solo si nosotras o nosotros lo queremos, la demás parte del tiempo, seguirá siendo algo natural y bello.

Cuéntame ¿te gusta admirar un cuerpo desnudo? 

¡Les mando Mi amor!

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