Me dio un masaje con final feliz

Me dio un masaje con final feliz

(Foto: Archivo El Gráfico)

Sexo 13/05/2020 11:44 Helena Danae Actualizada 11:45
 

Hola, mis amores, les envío las mejores vibras y todo mi amor, para que puedan disfrutarlo estando en casita durante la cuarentena.

Hoy, quiero relajarlos, así como yo me relajé después de un día muy cansado, pues fue dedicado a pagar varias deudas y fue desde casa, pero entre que las aplicaciones fallaban y los números de cuenta no eran correctos, me quitaron mucho tiempo y tenía que producir mi material para el grupo de WhatsApp, así que terminé exhausta.

Después de eso, estaba acostada en la cama donde hago mis fotos y llegó mi hombre, comenzó a darme un masaje, yo estaba boca abajo y me dispuse a disfrutarlo, cuando llegó a  mis piernas subió lentamente y con su palma empujó mi cadera hacia arriba, metiendo sus dedos en medio de mis labios, acariciando así mi clítoris, hice una pequeña flexión para quedar con las nalgas paradas, él me siguió acariciando, yo me bajé el calzón dejándolo hasta las rodillas, así empinada a la altura de su cara él pudo lamer mis nalgas y en medio de ellas.

Mientras, sus dedos seguían jugando con mis labios, ya bien mojada, él encendió el vibrador y empezó a rozarlo en mi clítoris, mientras apretaba los ojos sentí cómo me lo metió. Mi centro sintió cada borde del vibrador, él lo empujó hasta el tope, que me sacó un gemido y apreté las caderas, él me nalgueó porque mi presión le apretó la cara, entonces aflojé y comencé a moverme de adelante hacia atrás, su lengua se quedó en el mismo lugar.

Él seguía ahí, atrás de mí, yo me daba placer sola, hacía que el vibrador entrara y saliera y que su lengua me mojara en medio de las nalgas, luego dejé caer mi cadera en la cama, lo acosté y le bajé pantalón y calzón, me monté en él, me metí a su amiguito y tomé el vibrador, para ponérmelo en el clítoris, me mecía y disfrutaba de las vibraciones del consolador.

Y así, mientras sentía su miembro duro dentro de mí, pude tener varios orgasmos, pero el mejor fue el último, donde incliné mi espalda hacia atrás y con las fuertes vibraciones, mis piernas temblaban, entonces sucedió, me vine tan rico que mi squirt lanzó su miembro fuera de mí,  junto con todo mi jugo, dejándolo empapado. 

Eso me sirvió mucho para relajarme, así que me fui a la ducha y a dormir.

¡Los adoro!

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