Me arrancó la ropa después del postre

Hola, mis amores, muy feliz miércoles a todas y todos. Hoy quiero enviarles mi amor a esas personas que tienen familiares enfermos o que ellos mismos están pasando por un momento difícil. Hay pocas cosas que nos ayudan a distraernos cuando nos encontramos en esas situaciones, pero espero que mis palabras sean una de ellas. 

Por eso hoy quiero llevarte a otro lugar en tu imaginación, donde vamos a poder disfrutar de todo lo que queramos. Hoy vas a imaginarte que es un día normal, que llegas del trabajo a tu casa y ahí está esa persona que tanto ansías ver, está en lencería, recargada en la mesa, acariciándose los pezones, mirándote fijamente, puedes sentir el aroma de tu platillo favorito, pero también sientes las ganas de correr a arrancarle la ropa. 

Decides comportarte y sentarte a cenar, pues también valoras el tiempo que dedicó a cocinarte eso tan rico. Mientras están comiendo, sus pies juegan por debajo de la mesa, acariciando y apachurrando las entrepiernas de manera mutua. 

Terminas la última cucharada, aún no has dejado el cubierto en la mesa y tu pareja ya está sobre de ti, desnudándote y quitándote la playera, besándote. 

Sus manos  te están tocando por todas partes, continuan besándose, ella se agacha para poder mamártela, succiona como si no hubiera un mañana, tú  la tomas por el cabello, acercándola más a tu pelvis cuando sientes que vas a venirte, la dejas fija, ahora tú con la cadera tomas el ritmo, llevas esa velocidad que te hace terminar justo en su garganta. 

Ella toma tus dedos y se los mete, ya está lista y húmeda, tú bajas para chupársela, es su momento de terminar,  escuchas su respiración acelerada y después en calma, “ ya llegó”. La cargas hacia la recámara y duermen.  ¡Les mando mi amor!