¡Háblame sucio!

¡Háblame sucio!

(Foto: Archivo, El Gráfico)

Sexo 20/05/2020 12:22 Helena Danae Actualizada 00:29
 

Hola, mis amores, feliz miércoles a todas y todos, les envío todo mi amor a la distancia. Y hoy les cuento que me llegó un correo súper interesante, después de que hice una transmisión en vivo por Instagram (recuerden seguirme por mis redes sociales, ahí regalo membresías, fotos y más cositas).

En la transmisión hablaba sobre qué cambios he hecho en mis videos más nuevos, se tocó el tema de las nalgas y esas cosas que hacemos mientras tenemos relaciones sexuales, que obviamente son exclusivas de ese momento, como el hablar sucio o algunos fetiches. 

El correo que me llegó era de una lectora que me preguntaba si ella estaba mal al pedirle a su pareja que le hablara de una cierta manera, para no darle más vueltas, le gusta que le digan cosas “sucias” y la sometan. En repetidas ocasiones, ella se cuestionaba si estaba mal al pedir este tipo de cosas y la respuesta es “por supuesto que no”, porque si es algo a lo que ambos ya accedieron y sobre todo, tienen bien establecidos sus límites no habrá daño o consecuencia.

Hay que tener claro que todo en exceso es malo, hasta en el sexo obviamente. Si apenas estás encontrando cuál es tu punto límite para nuevas experiencias, pueden utilizar una palabra de seguridad, por ejemplo, si hoy decidieron jugar con nalgadas y el chiste del juego es saber qué tan duro te gusta que te den, no hay necesidad de cortar la inspiración del momento especial, al decir: ‘ya no quiero o no tan fuerte’. 

Les pondré un ejemplo más gráfico para que logremos estar en sintonía y entendamos todos: Llegas a tu casa, te desnudas y justo en la puerta tomas de la mano a tu pareja y recargas tu pecho desnudo en la mesa, dejando tus nalgas expuestas para que él comience a hacer de las suyas, cada nalgada te excita más.

Sientes cómo entre tus piernas tu flujo se va resbalando, esa caricia como premio después del regaño te calienta más y prepara tu nalga, para la siguiente tunda, ya estás súper encendida, pero la última nalgada sí te incomodó, así que no quieres seguir con ese juego, pero sí quieres que te coja duro, así que solo dices “rojo”, esa fue su palabra de seguridad, para que él parara de hacer lo que estaba haciendo y continuara con la cogedera. 

Te giras y te sube sobre la mesa, abres bien tus piernas y dejas que te la meta. La fluidez con la que se dará el juego va a ser única y no necesitas parar “si no quieren”, para continuar con el juego. 

Estos temas son delicados porque si no tenemos una buena comunicación, podemos tener una mala experiencia. No tiene nada de malo si tus gustos son “distintos” a lo que nos dicen que es “normal", siempre y cuando no te hagas daño tú y no le hagas daño a alguien más. Cuéntame ¿qué nuevas experiencias has tenido con tu pareja? ¿puedes experimentar tu sexualidad junto a esa persona. 

¡Los adoro!

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