Estoy más ganosa

Sexo 07/11/2018 05:18 Helena Danae Actualizada 10:36
 

Hola, mis amores, espero que su semana vaya de maravilla, yo me siento mucho más activa y más feliz.

Les cuento que desde hace  tiempo cambié mi manera de comer, un fotógrafo me recomendó a un amigo para que me fuera guiando y poniendo los alimentos que debía consumir. Empecé esa dieta para una sesión de fotografía en la CDMX y desde ahí noté el cambio, pues antes había estado hinchada y con esa alimentación me desintoxiqué en pocos días. 

Llevar una dieta por nuestra propia cuenta puede resultar díficil, pero Martín es quien me ayuda a mantener el régimen y diario me pregunta cómo voy, qué tal me siento y cómo he ido avanzando y sintiendo mi cuerpo. 

Yo noté varias cosas en mi cuerpo, y es que no dejé de comer, al contrario, tengo seis comidas al día, simplemente comí mejor, noté que no me he enfermado, les presumo que esta Helena Mala ha estado muy bien por varios meses, me siento más activa y lo más magnifico de todo es que aumentó mi libido. 

Así es señores y señoras me he puesto más ganosa conforme pasan los días, antes tenía relaciones sexuales sólo en cierto periodo de mi mes, que era cuando estaba ovulando y las hormonas hacían su trabajo, pero desde que como mejor tengo ganas casi todo el tiempo, obviamente, mientras ovulo aumentan mucho más. 

Mi pareja y yo nos dimos cuenta porque empezamos a usar más partes de la casa para tener relaciones. Un día, estaba lavando los trastes y lo escuché entrar, y entonces me escondí al lado del refrigerador y me quité rápidamente los pantalones dejándome solamente los calzones y el mandil para no mojarme, cuando llegó y me saludó fue como automático su beso y caminó hacia la sala, pero entonces reaccionó y se giró para verme, yo seguía de espaldas, pero escuché cómo caminó hacia mí, se puso de rodillas y comenzó a besar mis piernas por la parte de adentro. 

Luego de eso, pasó su lengua por mis nalgas, hizo a un lado mi calzón y me giró para poder chupar a mi ‘amiga’, yo con las manos mojadas apretaba su cara contra mi cadera y sólo giraba mi cara hacia el techo. Conforme su lengua se movía más rápido y mi interior se contraía en respuesta al placer, mis rodillas lo apretaban, subió hasta mi boca y metió su lengua en ella, podía tener mi propio sabor entre mis dientes, me besó el cuello y yo estaba súper prendida, tenía muchas ganas de ya sentirlo adentro.

Pero él seguía besando mi cuello y desabrochando el mandil, entonces hice una pausa en mi mente, miré a mi alrededor y recordé que ya habíamos hecho el amor en la mesa, pegados al mueble del garrafón, en la sala, en el mueble de la televisión, en la alacena, duro contra el refrigerador.

Y entonces fue cuando noté que nuestra vida sexual había aumentado. Regresé a la cachonda escena cuando su dedo me lo metía y sacaba, por lo que me dejé caer para que entrara todo. Él me cargó para meterme su ‘pistola’, me subió en la estufa y así estuvimos por un buen rato hasta que lo aventé hacia atrás, para que me tomara de espaldas, mientras que tuve que sostenerme de las parrillas de la estufa hasta que tuve un delicioso orgasmo. En ese momento, él pudo sentir todo mi jugo empapándolo y sacó su miembro para jalárselo y así poder terminar en mi espalda, donde sentí cada gota y el calor que me trasmitían.

Espero que ustedes empiecen a tener una vida más sana y me cuenten qué tal les fue con su libido.

¡Los adoro!

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