Grandes recuerdos

Deportes 09/11/2018 05:18 El Hijo del Santo Actualizada 05:23
 

El próximo martes 13 de noviembre se cumplen 13 años de la partida de Eddie Guerrero, quien fuera un extraordinario luchador y mejor ser humano. Cuando lo conocí, Eddie era un joven tímido y sumamente educado. Nuestra amistad fue algo natural, pues el amor  lo traíamos en la sangre, el respeto y la afición por la lucha libre, la gran herencia de nuestros padres. 

 

Recuerdo muy bien que fue  la mañana del día 14 de noviembre de 2005 cuando recibí la llamada de mi compañero Cassandro, quien con una voz entrecortada  me dijo: "Señor, ayer por la noche falleció Eddie Guerrero” ¡No lo podía creer, pues mi querido amigo estaba en el  mejor momento en la empresa de la WWE! 

 

No pude contener el llanto porque Eddie fue una persona muy especial para mí, al igual que su padre Gory Guerrero lo fue para El Santo, pues compartieron infinidad de aventuras en viajes, países, ciudades, cuadriláteros y reuniones familiares. Esa historia parecía repetirse, ya que cuando Eddie llegó a México y nos conocimos, en seguida nos caímos bien y nos hicimos buenos amigos, pues teníamos muchas cosas en común. Ambos éramos herederos de dos grandes luchadores y además los hijos menores de sus dinastías, pero sin duda lo más importante fue que ¡amábamos nuestra linda y dura profesión,  la lucha libre! 

 

Entonces, los planes de su papá era que nos convirtiéramos en la "Nueva Pareja Atómica" y él sería nuestro padrino (mi padre ya no vivía). Esto sucedió un viernes en la Arena México, en 1987, cuando Gory Guerrero llegó a nuestro país para recibir un homenaje en compañía de sus hijos Chavo, Mando, Héctor y Eddie, quien debutó esa misma noche en la Ciudad de México. La gente lo recibió con cariño, pues tenía un enorme ángel y además  demostró ser un gran luchador. 

 

Años después, un 18 de abril de 1990, murió Gory Guerrero y nosotros continuamos dando vida a la "Nueva Pareja Atómica". Sin embargo ese acoplamiento y esa química que caracterizó a nuestros padres no funcionó entre nosotros. Eddie insistía en que fuéramos rudos y yo me oponía. Entonces de ahí surgió una enorme rivalidad entre los dos, que duró más de tres años. Él se acopló a la perfección con el inolvidable Love Machine y formaron el dueto de Los Gringos Locos, con quienes tuvimos grandes duelos Octagón y yo, disputando y arrebatándoles el Campeonato Mundial de Parejas  NWA. 

 

Curiosamente, también en el mes de noviembre, el día 6, fue nuestro último enfrentamiento, esto en la Sport Arena de Los Ángeles, California. El lugar lucía un lleno impresionante y esa noche Eddie y Machine perdieron sus cabelleras ante Octagón y El Hijo del Santo. Orgullosamente les puedo decir que hasta el día de hoy está lucha está catalogada como una de las mejores en Estados Unidos. 

 

Eddie falleció a los 38 años de edad, fue encontrado sin vida dentro del baño de su habitación en un hotel en Minneapolis, Minnesota,  y hoy lo seguimos añorando. Yo lo recuerdo con enorme cariño y sincera amistad.  ¡VIVA LA RAZA! 

 

Nos leemos la próxima semana, para que hablemos sin máscaras. 

 

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