Ante tantos caprichos y desplantes, en medio de fracasos constantes y algunas mieles juveniles que inyectaron esperanza, hablar de la Selección Mexicana siempre ha tenido a sus favoritos.

Entre ‘Rafa’ Márquez, Cuauhtémoc Blanco, ‘Chicharito’ Hernandez y hasta Oribe Peralta entre el 2012 y el 2014, cerrando con ‘Memo’ Ochoa, siempre hemos dejado de lado a un verdadero titán y jugador todo terreno, con más hambre que muchos y además con gran talento.

Sus lesiones son parte de la justificación que muchos dan para no verlo como gran referente de esta selección, pero no nos hagamos mensos: Andrés Guardado ha cargado con las emociones y las tensiones del Tri. Y hoy, cuando de nueva cuenta lo veían en la MLS, sigue estirando su exitosa carrera en Europa. Y ojo, no escribo esto sólo por sus golazos ante Canadá, sino por su carácter y ganas de ponerse la verde.

Cuando muchos de sus compañeros se bajaron o pusieron pretextos y problemas, él está acá siendo bastión y equilibrio.

Si se lo propone, podría ser nuestro tercer jugador “5 copas” en los Mundiales y un pilar de la nueva generación que empuja las ideas del Tata Martino. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A una Copa Oro donde nos damos cuenta que estamos en la era de Guardado y diez más.