Guanajuato City, reino chiquito

LEO AGUSTO

OPINIÓN 26/11/2018 09:08 LEO AGUSTO Actualizada 11:11

Poco faltó para que el alcalde panista de Guanajuato, Mario Alejandro Navarro, pidiera pasaporte, visa y comprobante de ingresos a los turistas que visitan la ciudad y sus minas, ambas fundadas por los españoles en el siglo XV, herencia cultural arquitectónica del barroco que es considerada patrimonio histórico de la humanidad por la UNESCO.

O sea, en buena onda, ¿por qué la gente de Guadalajara, Morelia y Aguascalientes no es pudiente como el alcalde de Guanajuato quisiera? Vea usted las siguientes perlas de la ignorancia: “La gente que nos visitó el fin de semana es gente que viene en camión, que compra un viaje en Morelia, en Aguascalientes, en Guadalajara, en 350, 400 pesos; vienen a la ciudad en la mañana y se retiran en la noche y no traen suficiente dinero para poder hacer los gastos”.

Lo bueno fue que Navarro Saldaña no se quejó de que el turismo nacional no gasta en euros en Guanajuato, pero seguro que lo pensó.

Además, da muestra de su ignorancia en el tema de finanzas personales y familiares, ya que a la hora de viajar no se trata de gastar mucho o despilfarrar, sino de hacer rendir el recurso económico.

Si Navarro aplica la misma lógica en la alcaldía, pobres de las arcas públicas. 

Si bien bajo el amparo de nuestra Constitución todos somos iguales, para el alcalde Navarro algunos son más iguales que otros. Pobres, abstenerse de visitar la colonial ciudad; porfa: “queremos crear un perfil de visitante que pueda generar mayor derrama económica, que pueda entrar a un museo, que pueda comprar una artesanía, que pueda comer en algún restaurante y no gente que ya trae sus alimentos, que fue lo que detectamos también en estos camiones, sus alimentos dentro del camión; entonces, la verdad es que si vienen a visitar Guanajuato, gastan poco y se genera bastante conflicto vial y algunos temas de basura y desgaste de la ciudad”.

Este pobre panista ignora que también existe el turismo de campaña donde la gente lleva su comida y duerme en camiones.

El cabildo de Guanajuato debería convertir a su alcalde en turno en una atracción turística más, con una figura de cera o algo, que al echarle una moneda repita sus memorables declaraciones. 

Mario Alejandro Navarro Saldaña, el novel alcalde panista de la capital del estado de Guanajuato causó tremendo lío en la diplomacia del Bajío, al grado de que el gobernador le ordenó enviar cartas pidiendo disculpas a los alcaldes de Morelia, Aguascalientes y Guadalajara por sus desafortunadas declaraciones, que en poco ayudan a fomentar el turismo.

Por fortuna, hasta el día de ayer no había que hacer reservación para almorzar en el tradicional mercado Hidalgo. 

Más allá de lo grotesco de las medievales declaraciones del panista, son un reflejo de la polarización nacional por los bemoles del cambio de régimen.

En el PAN, deberían encender las alertas si acaso llegaran a notar el tamaño real de la ideología de la oposición. Con ese nivel poco podrán hacer frente a la avalancha guinda que viene. 

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