Futbolistas con armas en los pies

Gerardo Velázquez de León

OPINIÓN 30/09/2019 01:01 Gerardo Velázquez de León Actualizada 11:59

Las ligas profesionales de futbol deben revisar a conciencia los zapatos de los jugadores, tachones que pueden llegar a convertirse en un arma, como sucedió el sábado en la jugada entre Antonio Briseño y Giovani dos Santos. Esos tenis se presentaron en Cancún, en el marco de la semana del futbol, y a muchos les generó extrañeza que se permitieran “tacos” puntiagudos, sin la tradicional forma redonda en su acabado y lo peor: metálico, no de plástico.

No se trata de crucificar a una marca deportiva, tampoco de justificar la torpe manera de jugar del Pollo, lo que se intenta es que la Liga MX, la Federación Mexicana de Futbol y hasta la FIFA, se den cuenta que deben reglamentar este tema, si no seguirá sucediendo lo mismo cuando se encuentre un futbolista con poca técnica frente a otro habilidoso.

No se puede permitir que esté en riesgo el físico de un ser humano solamente porque los zapatos están de moda, o porque el patrocinador se los da gratis a los jugadores. Ojalá lo entiendan pronto y se den cuenta que un arma no puede estar en las suelas de los jugadores.

Y Briseño lo hizo de manera correcta. Después de su temeraria y grosera patada al seleccionado nacional, ofreció disculpas, hecho que lo enaltece, aunque no lo justifica, porque si la Comisión Disciplinaria tiene la autonomía e inteligencia y busca justicia, debe aplicar el artículo 23 del apartado de lesiones, donde establece “a los jugadores que incurran en faltas causando daño o lesión grave a un contrario, que sea certificada médicamente, la Comisión Disciplinaria de oficio y/o a petición de la parte afectada, abrirá una investigación... En caso de que se considera que el jugador ocasionó la lesión, es responsable dicha autoridad de determinar el tiempo que será inhabilitado, llevando a cabo dicho procedimiento: a) El médico del club del jugador debe comprobar que el tiempo de recuperación es mayor a 15 días”, y sigue el artículo del reglamento, pero ya con eso nos damos cuenta que Briseño debe ser sancionado, por lo menos, las seis semanas que estará fuera de actividad Giovani.

Chivas merece más tarjetas rojas, desde su inmadura y extraña directiva, que se equivocó en la contratación de Tomás Boy, pero no estuvo conforme y siguió con aplicación de conceptos burdos y equívocos. Se ha lanzado en la crítica sobre Carlos Hurtado, promotor satanizado que aparece en escena con la contratación de Luis Fernando Tena sin que realmente se profundice que el responsable de que este hombre —que entra como la humedad por todos los equipos— es Amaury Vergara.

Simple: si alguien te vende mierda y la compras, el vendedor no tiene la culpa, sino quien paga. Chivas cumplirá dos años y medio sin Liguilla. Es claro que su crisis es estructural y debe seguir agradecido con la mediocre medida de pagar dinero para mantenerse en Primera División. A este equipo, lo mejor que le podría suceder es descender y que entiendan sus propietarios que han vivido en una nube de humo, que su hoy estadía en la Primera División es ficticia, un cuento bien contado semana a semana. 

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