Frida Kahlo en Liliput

LEO AGUSTO

OPINIÓN 08/07/2019 09:25 LEO AGUSTO Actualizada 11:26

Qué cosa tan bonita, sencilla y creativa, el homenaje que hizo el área de promoción turística de la Cd de México a la icónica pintora mexicana, esto con motivo del centenario del nacimiento de la hija consentida del barrio de Coyoacán. 

Miles de turistas y paseantes se acercaron este fin de semana a la plancha del Zócalo para tomarse una selfie o la foto “pa’l feis” ante una figura gigante de la pintora, donde está postrada en su cama; alegoría de flores naturales, hacer aún más efímero el arte.

La estampa con Palacio Nacional de fondo que circuló en redes sociales trae a la memoria sus frases célebres, casi todas las he visto en memes, confiesa El Gordo: “Y una cosa puedo jurar: yo, que me enamoré de tus alas, jamás te las voy a querer cortar”. Una Frida gigante rodeada de pequeños admiradores que quisieran llevarse a casa un pedazo de la artista.

En el Zócalo, la fiesta y el Centro Histórico copado otra vez por vendedores ambulantes, esos malosos a quienes la doctora Claudia Sheinbaum quiere meter a la cárcel si se siguen robando celulares, pero les concede las banquetas del primer cuadro. Donde se porten mal, les tocará un chanclazo con la suela bien mojada, faltaba más. 

En medio año de gestión, la jefa de gobierno se ha visto agobiada por pequeños problemas que se le han ido saliendo de las manos, que la han pasmado, como a Gulliver en ese Liliput, que representa a la realidad; como el mal cálculo de la participación de la Guardia Nacional en las labores de seguridad pública en la ciudad; como los damnificados que siguen si poder regresar a sus hogares. 

Los alcaldes no le responden a la jefa de gobierno, principalmente los aliados de Morena sonríen para la foto con la jefa para después volver a sus negocios habituales, que no dan para comprar bienes a su nombre. 

Ella cuenta a los medios que se ha reencontrado con un exnovio de hace 32 años, declaración que logra la caída de los índices de contaminación ambiental. Y es que el amor está en el aire y en los murmullos de los árboles, dice bien John Paul Jones. 

Radar de lo absurdo. El conflicto en la Policía Federal sobrepasó a Alfonso Durazo y ayudó a que Felipe Calderón recibiera inusitadas porras desde la desdibujada oposición.

Más allá de los gritos en la gayola que son las mentadas redes sociales, el asunto es que si el mando civil no puede solucionar el conflicto político al interior de la corporación policiaca, entonces lo resolverá el mando militar, como ya lo estamos viendo. Mojen los cerillos que estamos sentados en un barril de pólvora. 

Bitácora de los Ángeles del Gordo. Durante su gira por Chiapas, el presidente López Obrador reconoció el papel histórico del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, cosa rara en el tabasqueño elogiar a un “adversario” (enemigo político) histórico como el EZLN, que no compró ninguna de las tres campañas presidenciales del hoy inquilino de Palacio Nacional. 

Después vendría el dardo envenenado, el Presidente invitó a los rebeldes a sumarse a la Cuarta Transformación. 

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