QUIZÁ HABLEMOS DE TI

Ricardo Rocha, un apasionado que se entregó al periodismo hasta su último aliento

Ricardo Rocha, un apasionado que se entregó al periodismo hasta su último aliento

Ricardo Rocha, un apasionado que se entregó al periodismo hasta su último aliento (Foto: Twitter)

Espectáculos 05/06/2023 09:54 Redacción Actualizada 09:54
 

Por Gil Barrera

Lo conocí cuando hacía el programa En Vivo y siempre tuve una respuesta amable por parte de Ricardo Rocha. Lo seguí toda la vida y siempre encontré el comentario puntual exacto y esa particular obsesión por trabajar desde madrugada. 

Lo traté cuando fue presidente de Televisa Radio, eventualmente lo encontraba en el pasillo de la W, siempre dispuesto a platicar y lo mejor del caso siempre dispuesto a enseñar. El egoísmo nunca fue lo suyo.

Además de un gran conversador y maestro de la crónica, Ricardo era un visionario de primera línea. Recuerdo que cuando fundó la agencia Detrás de la Noticia, ubicada en aquella torre espectacular junto al Teatro de los Insurgentes, le cuestioné por hacer un proyecto que sonaba a “monopolio” y que ahora le llaman 360. 

Sorprendido y atendiendo una mente escéptica, me dijo: “vamos dispuestos para atender a una audiencia que estará en todos lados” era el año 2000 y así era su visión. 

De Rocha se pueden decir muchas cosas y se deben de reconocer muchas más, su obsesión por la cultura del esfuerzo, su visión, su amor por la escuela, tardó en recibirse, pero lo hizo, sin importar la edad. Fue pieza clave para la transformación en los medios de comunicación, un lector incansable que conocía y reconocía todas las corrientes del periodismo. 

Devorador de textos, analista de estilos y un generoso receptor; siempre que tuve el privilegio de entrevistarlo o de hablar de él —a diferencia de muchos— llegaba una llamada de agradecimiento y un abrazo “tepiteño”. 

Recuerdo su pasión por la música, se devoción por Serrat y por los Beatles, su afición por la bohemia, al divertido periodista y el ser humano único que salvó la vida de José José, tras ese penoso capítulo en el que “El Príncipe” dormía en un carro abandonado intoxicado por el alcohol. 

La semana pasada Ricardo regresó puntual a su programa en Radio Fórmula, pese a que días antes un mal renal lo tenía en la lona. Consciente de que su audiencia lo esperaba, se aferró e hizo sus programas matutinos en contra de cualquier voluntad, él no quería dejar de trabajar, aunque su voz y condición de salud trataran de sabotearlo no cedió, demostrando que, incluso, hasta para necear siempre dio cátedra. Lo vamos a extrañar. 

Nos leemos la próxima, aquí donde quizá hablemos de ti. 

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