Corre, conejo, corre que The Dark Side of the Moon cumple 50 años

The Dark Side of the Moon es una obra maestra del rock progresivo y uno de los mejores discos de la historia. Punto.

Se trata de un trabajo conceptual sobre las angustias de la vida contemporánea, ideas aún vigentes a través de las letras de Roger Waters y a un trabajo musical experimental en la que estuvieron involucrados verdaderos prodigios de la instrumentación, como David Gilmore, producidos bajo la genialidad del ingeniero y también musico Allan Parsons, quien redondea el concepto de un álbum que propulsó la música en múltiples direcciones, como la luz en el prisma de su icónica portada.

En este marzo en el que todo suena a reguetón y corridos de adoloridos, The Dark Side of the Moon llega a 50 años de vida, tan actual y vibrante como cuando apareció por primera vez.

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Además de ser una obra generosa en referencias a problemas cotidianos y conflictos que son abordados con metáforas precisas, su mayor mérito radica en el uso de sonoridades, efectos, grabaciones experimentales y técnicas de sonido envolvente, inimaginables en 1973, que nutren sus melodías progresivas de manera excepcional.

¿De qué hablan las canciones de este disco hito ricos? Abordan temas relacionados con la experiencia humana, como el tiempo, el dinero, la locura, la guerra y la muerte.

Por ejemplo, ‘Time’ reflexiona sobre el paso del tiempo y cómo las personas pasan sus vidas esperando el momento adecuado para hacer algo, mientras se dan cuenta de que se están haciendo viejas.

‘Money’ critica al materialismo y a la codicia de la sociedad capitalista, con una estructura musical inusual basada en un compás de 7/4 y un solo de saxofón que prepara el surgimiento del punk y el uso de la música de las antillas en el rock británico.

O también está ‘Brain Damage’, que explora la locura y la alienación mental, inspirada en parte por el deterioro psicológico del ex miembro de Pink Floyd Syd Barrett.

‘Breathe’, la predilecta de quien escribe, habla de las presiones y las rutinas de la vida cotidiana, y aconseja al oyente que respire y disfrute del momento presente, sin tener miedo de sentir o expresar sus emociones. También le invita a elegir su propio camino y a vivir plenamente, sin dejarse llevar por las metas vacías o el materialismo. La canción tiene una melodía suave y relajante, con una guitarra acústica y una voz susurrante.

Sin más, es momento de cerrar los ojos y abrir bien los oídos para disfrutar de un viaje estelar con este viejo cincuentón que camina firme, lentamente pero con vitalidad,  un anciano que suena complejo y cercano y hace vibrar a quien quiere escuchar con atención.

Feliz cumpleaños, The Dark Side of the Moon.