Compadre de Vicente Fernández asegura que su muerte en 12 de diciembre fue montaje

Gustavo Alvite, conductor de la que entonces fuera ‘Radio Sinfonola’ y que a la postre se hiciera íntimo amigo de Vicente Fernández, incluso su compadre, cuestionó la veracidad de la fecha de la muerte de ‘El Charro de México’, incluso mencionó que Olga Wornat lo buscó para sacarle detalles de Chente, pero al no conseguirlo, hasta se enojó con él.

En un tiempo donde no había Internet y por consecuencia redes sociales, lo que hacía competencia a la otrora poderosa señal de televisión era la radio. Y en el cuadrante había un programa, ‘Radio Sinfonola, la Estación del Barrilito’ cuyo conductor, Alvite, acercaba la música ranchera y más la de quien fuera su amigo, en ‘La Hora de Vicente Fernández’.

“Lo acompañé a muchos lados, dentro y fuera del país, porque yo lo decidí, porque sabía quién era. Sin nómina. Mi único interés, servir a la gente a través de la estación que lo hizo, Radio Sinfonola, 14-10 AM”. Así, con 50 años de amistad y más de 40 al lado de Vicente en los escenarios, grabaciones, entrevistas, charlas o situaciones no tan gratas, que le permitieron conocer a la persona detrás de la estrella, es que el locutor cuestionó la “teatralidad” de la fecha de la muerte del Ídolo de México, como lo expone en sus redes sociales.

“La teatralidad y el sensacionalismo con que la familia maneja la situación al grado de mentir en la fecha para ‘que impacte más’, me ‘pega’ en el ánimo. Pienso que mi amigo no lo hubiera aceptado ni lo merece”.

También indicó, desde hace varios años el cantante ya no tomaba decisiones importantes por los graves problemas de salud que lo obligaron al retiro, incluso tomaron la decisión, por él, de ya no hacer que convivieran, acusa.

“Le ordenaron a Juan José su asistente que no me lo pasaran en el celular. Lo aislaron. Decidieron desde entonces por él. Ya no nos comunicamos más. Mis amigos me decían –‘ve a buscarlo’-. Nunca fui. Ya había tenido un altercado con Gerardo, su hijo y no había necesidad de otro”.

Refirió que el gran sacrificio de ya no cantar, lo hizo por algo más grande: “Ya había satisfecho y desbordado sus sueños y su fortuna pero tenía una gran necesidad del reconocimiento de aquellos por los que se partió el alma cantando. Ya no quería riqueza. Necesitaba el calor de la familia que dejaba largo tiempo por su oficio”.

Como buen patriarca “quería ser el ‘Tata’.  Pero entonces la fortuna ya se había apropiado de las voluntades… y los intereses ganaron a los cariños. No pudo culminar el éxito su intención primigenia: familia, fortuna y paz”, puntualizó.

Asimismo, durante su texto menciona que Olga Wornat, autora de la biografía no autorizada se contactó con él para que le revelara detalles íntimos.

“Aunque usted no lo crea, mi origen modesto pero limpio y mi convicción por el respeto a los demás aprendido en una cabina de radio durante 54 años, empezando por el respeto a un micrófono me obligan a guardar mis escrúpulos como lo único que me acompañará cuando deje el puerto. Por supuesto me negué. Y se enojó”.

Finalmente Gustavo hace una reflexión sobre el por qué de la grandeza de Vicente Fernández y el público que creció junto a él.  “Millones y millones, ¿quién sabe cuántos en el mundo? sí saben quién es Vicente Fernández porque lo vivieron, lo sintieron, lo siguen amando. Los bonitos y las bonitas jóvenes de la tele no saben quién es, porque la Ibero y la Anáhuac no enseñan eso. En la universidad no se aprende a vivir. Y la voz de Vicente hizo VIVIR a la gente”.