Back To Black ¿qué esperar de este filme de Amy Winehouse?

¿Cómo que no les gustó la película ‘Back To Black’? Retrata muy bien el sentimiento amargo de codependencia en una relación tóxica, enferma y violenta que tanto le inspiró a Amy Winehouse y en la que se centra esta biopic: la autodestrucción, el daño físico y emocional, la inspiración que encontró la artista a la brava, sin falsas pretensiones, siempre de vuelta a la obscuridad aun cuando trató de salir del bache, sin la capacidad de alejarse de lo que le hacía tanto daño, y con una voz como pocas, quizá la más hermosa en lo que va de este siglo, una voz tan imponente como el dolor que despedía.

Sí, hay algunos clichés en la cinta biográfica. Todo inicia, como debe de iniciar, con una joven Amy que compone canciones en su habitación con una guitarra acústica.

Cuántas plumas musicales no iniciaron así: en la soledad del cuarto, derramando en una hoja de papel todos los sentimientos del mundo mientras se juega con acordes básicos que la vida te puso en el camino.

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Sí se la compro a Marisa Abela, la actriz que personifica a la joven inglesa, tiene esa dulce inocencia de Winehouse en sus orígenes.

Siguiendo el cliché del éxito musical, Amy logrará firmar su primer contrato discográfico y comenzarán a llegar mejores escenarios y una orquesta de músicos de primera.

Todo parece ir con el viento a favor. Amy Winehouse comienza a escalar la montaña del éxito, es distinguida con premios como los Brit y su nombre cada vez llega a audiencias más grandes e internacionales.

Pese a todo ello, Amy está rota por dentro. La pérdida de su abuela, su creciente alcoholismo y una hiper-intensa relación con su novio Blake (Jack O’Connell), le irá mermando la salud física y mental y acercando a drogas más duras.

El desenlace todos lo sabemos: Amy Winehouse muere a los 27 años de edad por ingesta de alcohol excesivo, tras un intento previo de rehabilitación.

El mundo se quedaba (el 23 de julio de 2011) sin una de sus últimas grandes estrellas de la música, gran amante del jazz, que siempre vivió al límite y en turbulencia funk.

Actualmente, Amy tendría 40 años, como el que esto escribe, y se le escuchará por siempre.

ENCORE

Tirados en la banqueta, abrazados a la mitad de la noche, llorando de ebrios, con la cara arañada y los huesos accidentados, sin poder soltarnos, sin la capacidad de alejarnos porque hay una extrema codependencia y cruenta pasión.

Era regresar constantemente a la obscuridad, morir lentamente, desangrarnos y sacar “lo bueno” de lo malo. Ya no éramos Kim y Saul de nuestro amado ‘Better Call Saul’, nos transformamos, desgraciadamente, en Amy y Blake. Nos tragó el impulso, nos matamos en vida y regresamos, sin desearlo, sin pensarlo, una y otra vez, al dolor.

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