Es una realidad que no toda la gente sabe, que la fibrilación auricular es un padecimiento que provoca que el sistema eléctrico del corazón se descontrole y cause arritmia.
Un dato de importancia es que cada vez más personas padecerán esta enfermedad, incluso sin saberlo debido al envejecimiento de la población y otros factores de riesgo, como hipertensión, diabetes, triglicéridos altos y obesidad, advierte Cleveland Clinic.
Punto sobre las íes
Los datos disponibles indican que 1 por ciento de la población mexicana padece fibrilación auricular (Afib) y Robert Cubeddu, jefe del departamento de cardiología de Cleveland Clinic Florida, dice que el mal va al alza.
El ritmo cardíaco promedio varía entre 60 y 100 pulsaciones por minuto, pero en alguien con Afib puede ir de 100 a 175. Los síntomas generalmente incluyen palpitaciones, fatiga, dificultad para respirar y molestias o presión en el pecho. “Afib se desencadena por una dirección errónea del ritmo eléctrico del corazón. Los impulsos rápidos se disparan simultáneamente, causando un ritmo irregular en las aurículas o en las cámaras superiores del corazón”, explica Cubeddu.
Los impulsos eléctricos son caóticos, dice, las aurículas no pueden contraerse e irrigar la sangre de manera efectiva hacia los ventrículos, lo que reduce la capacidad de bombeo del corazón y aumenta el riesgo de coágulos, lo que puede provocar un derrame cerebral u otras complicaciones.
Sombras y luces.
“Durante un período prolongado, la Afib puede debilitar significativamente el corazón e incluso provocar insuficiencia cardíaca, advierte el especialista.
Los tratamientos se enfocan en recuperar un ritmo cardíaco normal, controlar la frecuencia cardíaca y prevenir la formación de coágulos sanguíneos para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular. Estos generalmente comienzan con cambios en el estilo de vida y medicamentos.
Es posible que los medicamentos no recuperen la frecuencia cardíaca normal y los anticoagulantes no son bien tolerados por todos. En este caso, puede ser necesario otro procedimiento.
Ciencia en acción.
“La investigación ha respaldado el desarrollo de opciones de tratamiento Afib avanzadas”, comenta José Baez-Escudero, electrofisiólogo cardíaco jefe de Cleveland Clinic Florida.
Existen técnicas innovadoras, como la cardioversión eléctrica, la ablación con catéter, la terapia con dispositivos y la ablación quirúrgica.
La mejor opción depende del ritmo cardíaco, los síntomas del pacient y tiempo.
La terapia con dispositivos es otra opción que implica la colocación de un marcapasos o desfibrilador cardioversor (ICD) que envía impulsos eléctricos al músculo cardíaco para mantener una frecuencia cardíaca normal.
