Es el cáncer una amenaza global

21/04/2014 03:00 Silvia Ojanguren Actualizada 23:38
 

La ciencia avanza y gana batallas contra el cáncer, pero este mal sigue siendo un azote en el mundo, pues el estudio más reciente de Globocan revela que en 2008 se detectaron en el planeta 12.6 millones de casos nuevos, y en México fueron hallados unos 127 mil.

Omar Macedo, oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), explica que entre 60 y 80% de los pacientes con cáncer recibe quimioterapias alta y moderadamente emetogénicas, que pueden tener efectos secundarios.

 

Lo que  debe saberse

Estas reacciones son náuseas y vómito provocados por fármacos utilizados en quimioterapia, y este tratamiento se clasifica por su grado emetogénico (que causa vómito):

Más de 90% de los pacientes tendrá riesgo alto de presentar emesis (vómito); moderado entre 30% y 90%, mientras que el riesgo bajo se da entre 10% y 30% de la gente que recibe tratamiento, y el mínimo en menos de 10 por ciento.

“La emesis se presenta por irritación del tubo digestivo que produce liberación de sustancias (neurotransmisores) que estimulan el centro del vómito en el cerebro”, explica el doctor Macedo Pérez.

Otros factores que pueden ocasionar la emesis son temor y ansiedad por mal control de náusea y vómito en el pasado con el tratamiento de quimioterapia: emesis anticipatoria. Por esta razón es importante prevenirla desde el primer ciclo de terapia y no esperar a que el paciente la padezca.

 

Malestar del camino 

“La náusea y vómito severos pueden ocasionar deshidratación, desequilibrio de electrolitos y desnutrición, entre otros. Además, pueden deteriorar  considerablemente la calidad de vida de los pacientes y, en algunos casos, ser la causa de abandonar el tratamiento oncológico”, alerta.

Estas reacciones derivadas de la quimioterapia se pueden reducir con terapias de apoyo, o medicamentos antieméticos, dice el médico oncólogo Alejandro Juárez.

“Es muy importante prevenir o controlar la náusea y vómito inducidos por quimioterapia, a fin de que los pacientes puedan continuar sus actividades cotidianas y con su tratamiento, además de evitar complicaciones graves que ocasionen la atención  urgente del enfermo”.

La terapia antiemética se funda en el control neuroquímico del vómito y existen terapias de apoyo, orales e intravenosas, que se administran antes, durante o después de la sesión de quimioterapia para mejorar considerablemente la calidad de vida del paciente oncológico, comenta.

Las guías de tratamiento latinoamericanas indican que los pacientes que reciben quimio  y radioterapia deben recibir antieméticos de acuerdo con la emetogenicidad del tratamiento.

Miriam García Jáuregui, gerente Médico de Oncología de MSD, señala que en la farmacéutica se trabaja con el compromiso de la innovación de terapias antieméticas para mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos.

El doctor Juárez comentó: “Los tratamientos antieméticos ayudan a que los pacientes no interrumpan la quimioterapia, por lo tanto ayudan a que sea más probable que se recuperen”.

 

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