Los días de pensar en las playas, los balnearios o días de campo para lucir la piel llegaron y con ellos la preocupación de muchas mujeres que temen dejar al descubierto sus cuerpos, recorridos por las estrías, que nos cuenta la dermatóloga Verónica Vega Venegas, son unas cicatrices atróficas.
Se trata de huellas en la piel adelgazadas y hundidas, y que pueden ser de color rojizo, rosado o violáceas cuando son recientes y blanquecinas (alba) o nacaradas si se trata de antiguas. La especialista señala que es común que se desarrollen en el abdomen, glúteos, espalda, mamas y muslos.
“Las causas son diversas, desde embarazo, obesidad, crecimiento rápido, aumento o la disminución repentina de peso o musculatura, enfermedades como el síndrome de Cushing, el uso tópico de cortisona por periodos prolongados y sin vigilancia (automedicación), entre otros factores”, alerta la especialista.
Qué tratamientos se utilizan. Las técnicas, dice la especialista, están enfocadas a mejorar la calidad de la piel y reducir el tamaño, ancho y profundidad de la estría.
Primero se debe determinar si la estría es reciente (rojiza, violácea, rosada) o antigua (blanca). Es recomendable utilizar productos con base en ácido glicólico, retinoico, etc., así como emolientes de aplicación diaria, con lo que prepararemos la piel y suavizaremos las estrías.
