Poncha al sobrepeso

08/12/2015 03:00 Silvia Ojanguren Actualizada 13:38
 

 En la prevención de la obesidad, los buenos hábitos en familia son determinantes, papá y mamá deben enseñar a sus hijos a comer saludable y con sabor, para evitar que en el futuro las malas costumbres a la hora de comer pongan en riesgo su salud.

Un secreto de la dieta saludable es que no hay alimentos buenos y malos, sino estilos de vida sanos que contribuyen al bienestar, por lo que es importe pensar en lo que se come y cómo se consume.

En México, se libra una batalla contra la obesidad y los males que se ligan a este problema, nos cuenta la doctora Ruth Pedroza, profesora-investigadora en el programa de Ingeniería de Alimentos del Departamento de Ingeniería y Ciencias Químicas de la Universidad Iberoamericana:

“Después de todo lo que hemos estudiado sobre peso y obesidad uno sabe que el problema no son los refrescos (el consumo), nosotros tenemos 30 años consumiendo 3 mil 160 calorías cuando necesitamos entre 2 mil 500 y 2 mil 800, entonces realmente el problema es la dieta y el estilo de vida”, asegura la doctora.

Razones de peso. El Centro de Estudios de la complejidad de la UNAM busca un modelo predictivo de los factores de riesgo de la obesidad, que son los que “realmente nos tienen en este problema”, explica.

Estos científicos, dice la profesora, “han descubierto que realmente son dos los factores que influyen para que la población mexicana tenga este problema de sobrepeso y obesidad:

“Capacidad económica y educación, la dieta ni siquiera contó como un factor principal; entonces, si no hay educación no comes correctamente y si no hay dinero para comprar, se compra lo más barato y ésto es lo energéticamente más denso, que es lo que hace que te sientas satisfecho”.

La doctora Ruth Pedroza indica que puede pensarse que “los impuestos a refrescos y otros alimentos no funcionan y los jóvenes siguen en riesgo”, pero la realidad es que los jóvenes necesitan educarse y acostumbrarse a consumir alimentos saludables.

“No hay una contundencia en la relación causa-efecto en el consumo de bebidas azucaradas y el sobrepeso”, pero se da “desafortunadamente el activismo en contra de refrescos, pastelillos y otros alimentos”, señala y agrega que en la página web “Hablemos claro”, de divulgación de la ciencia de la IBERO, hay detalles de este tema para consultar.

Ciencia olvidada. La investigadora de la Universidad Iberoamericana menciona que en cuanto a la obesidad “la atención (del problema) ha sido desviada hacia la dieta”. Y se olvida que los genes juegan mucho, se sabe que por grupo poblacional hay predisposiciones genéticas diferentes.

“Entonces, estamos perdiendo el tiempo de salvar a los jóvenes”, concluye.

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