Las abuelas tienen entre sus recetas favoritas, por sabrosas y buenas para la salud, el caldo de pollo, y tienen mucha razón, pues la carne de esta ave representa una alimentación saludable fundamental en el desarrollo y crecimiento óptimo de los niños.
Incluir el pollo en la dieta infantil permite prevenir enfermedades, por eso es recomendable que se incorpore en los menús infantiles con una amplia variedad y adecuada cantidad de alimentos como cereales, vegetales, frutas, carne, huevo, lácteo, a partir de los primeros años.
La Unión Nacional de Avicultores (UNA) indica que en México el consumo de la carne de pollo es de 25.1 kilogramos per cápita y forma parte de la canasta básica de una alimentación saludable debido a que es un alimento protector para la salud por la cantidad y calidad de nutrientes que aporta.
Además, estudios del Centro de Información Nutricional de la Carne de Pollo (CINCAP) destacan que en la niñez el cuerpo tiene más necesidades nutrimentales, por lo que se requieren de alimentos como la carne de pollo, que proporciona los nutrientes complementarios para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento del organismo.
El pollo ofrece un alto contenido de proteínas de calidad nutrimental. Las proteínas son componentes indispensables para todos, se requiere en mayor cantidad durante la infancia para acompañar el crecimiento y desarrollo de músculos, huesos y órganos propios de esta etapa.
Apuntes de buena mesa
La Unión Nacional de Avicultores señala que México ocupa el quinto lugar mundial en producción de pollo, con más de 2.9 millones de toneladas al año.
Expertos del organismo señalan que “en una alimentación saludable es importante consumir una cantidad de grasas con moderación. La mayor cantidad de grasas presentes en el pollo se remueven fácilmente, la mayoría son grasas saludables de tipo insaturadas.
“Esto es beneficioso, ya que estas grasas ayudan a cuidar desde pequeños la salud cardiovascular. Parte de estos nutrientes son esenciales, es decir, el cuerpo no los fabrica y, por ende, es necesario consumirlos mediante alimentos que los poseen”.
Al consumir carne de pollo se incorporan muchas vitaminas, entre las que destaca la presencia de ácido fólico, muy necesario durante el embarazo y la vitamina B3 o niacina. Entre los minerales, aporta hierro, zinc y es una fuente importante de fósforo y potasio.
El valor nutritivo de “las menudencias” de pollo, sobre todo del hígado, es muy elevado, ya que además de proteínas y lípidos contiene vitamina B12, A, vitamina C y ácido fólico.
Añaden que el pollo fresco entero como el de Bachoco puede incorporar a la mesa familiar de diversas formas, ya que ofrece gran versatilidad para que se puedan preparar una infinidad de platillos atractivos para los niños y es fácilmente combinable con otros alimentos.
Los consumidores deben adquirir este producto fresco y que se ofrezca en condiciones higiénicas. Y los especialistas recomiendan que sea carne de ave que cumpla altos estándares de calidad, frescura e higiene, para que las familias tengan la confianza de que el pollo que comen los deleitará con una comida nutritiva.