La palabra gastritis hace temblar a incontables personas y es común que su ataque se relacione con estrés, ciertos factores genéticos y el consumo de alimentos irritantes, que provocan este mal que los médicos definen como dispepsia funcional (DF).
“Dispepsia quiere decir dolor o malestar en la boca del estómago. Se cataloga como funcional, cuando no se encuentra causa alguna tras haber estudiado al paciente con endoscopia u otros estudios”, explica el doctor Miguel Ángel Valdovinos, jefe de Motilidad Intestinal del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición.
Cifras ardientes. En México, esta enfermedad afecta a entre 15 y 20% de la población, campo en el cual los trastornos funcionales digestivos afectan principalmente a mujeres, dice el especialista.
De los casos de dispepsia funcional se tiene conocimiento que hay de 2 a 3 en mujeres por cada hombre.
“Se desconoce la razón, pero se ha vinculado con temas relacionados con las hormonas, trastornos psicológicos y algunas diferencias fisiológicas, como la liberación de neurotransmisores, tales como la serotonina”, dice el doctor.
Causas del problema quemante. El doctor Valdovinos dice que este mal no tiene una causa establecida, se asocia con alteraciones en el movimiento del estómago, con la acomodación gástrica (distensión), trastornos del vaciamiento gástrico e infección por helicobacter pylori.
Los principales síntomas de la DF son ardor y dolor en la boca del estómago, saciedad (sensación de hartazgo inmediata), en ocasiones el paciente sufre náuseas, cuadros esporádicos de vómito, agruras y pérdida de peso.
Mitos y realidades. Ningún remedio casero funciona, pero hay cosas que hacer: cambiar la dieta y emplear fármacos específicos para la dispepsia funcional.
“La fase del tratamiento es usar medicamentos para el control de los síntomas”.
El médico especialista recomienda: Tomar medidas dietéticas, evitar alimentos irritantes y los que puedan generar intolerancia gástrica (alcohol, café, tabaco).
Los pacientes deben evitar el uso de antiinflamatorios y pueden recurrir a dimeticona + guaiazulene que es una opción de tratamiento, debido al efecto gastro protector (protege la capa interna del estómago) y amortiguador de ácido.
Las recetas de la abuela o los remedios de la vecina suelen no tener ningún efecto benigno y en ciertos casos provocan que el dolor y la irritación suban de nivel. Si el problema es continuo, lo mejor es acudir con el médico, pero se puede comenzar por eliminar de la comida los irritantes.
