La falta de control sobre el momento del orgasmo ha sido una disfunción sexual de las más tratadas por los médicos en los problemas sexuales masculinos conocido como eyaculación precoz; sin embargo, las mujeres no están exentas de sufrir este mismo problema y por ello tener una vida sexual insatisfecha pese a tener orgasmos.
Aunque en los hombres se ha estudiado a fondo la eyaculación precoz, en las mujeres no es muy conocido y solo cuando el problema es muy evidente las parejas acuden al médico pues muchas personas piensan que más allá de ser un inconveniente creen que la libido de la mujer es muy alta.
En sí, a esta disfunción sexual se le conoce como orgasmo precoz y se da cuando una mujer es incapaz de postergar el orgasmo y lo experimenta casi en el juego previo o la penetración apenas comienza. Estas mujeres, al tener muy poco control en el orgasmo, la sensación de éste tiene muy poca duración, lo cual ocasiona incomodidad personal y en la relación de pareja. Se debe a que después del orgasmo, la mujer no tiene la capacidad para sentir el mismo placer, por lo que cambia el estado de ánimo y ya no disfruta al lado de su pareja.
Cuando las mujeres experimentan estos orgasmos prematuros, con el tiempo se generan emociones que afectan su calidad de vida como la angustia y desesperación. Se sabe que en mujeres sexualmente activas, con edades entre 18 y 45 años de edad, hasta un 40% llega a aceptar haber experimentado un orgasmo precoz, pero solo el 3% lo llega a considerar un problema crónico.
Entre las causas más comunes encontradas están:
1.- La hipersensibilidad: Causada por las hormonas que hacen reaccionar al cuerpo de manera exagerada igual que a las emociones, que se incrementan durante el sexo al estar expuesto a la excitación y la sensibilidad en la piel.
2.- La zona genital: Algunas mujeres nacen con un mayor número de terminales nerviosas en esta región con lo que la extrema sensibilidad las hace llegar más rápido al orgasmo.
3.- Desajuste hormonal: Cuando las hormonas están desajustadas, fuera de control o en fases del ciclo que son más elevadas se afecta el desempeño sexual.
4.- Problemas vasculares: Tener elevada la frecuencia cardíaca y la tensión arterial puede hacer que nuestro corazón se acelere y llegue mayor cantidad de sangre a los vasos sanguíneos que están en nuestros genitales y nos haga terminar antes de haber empezado.
Los expertos recomiendan en estos casos hacer ejercicios que nos ayuden a fortalecer el esfínter de la uretra, así como la pared vaginal y zona del pubis para hacer que los músculos se entrenen para aguantar la penetración y así durar más.
Ya en el momento es fundamental la relajación, el estrés evita enfocar en lo realmente importante: disfrutar el sexo. Para ello es indispensable empezar despacio con el juego previo acariciando otras zonas no tan erógenas para preparar al cuerpo y mente para lo que viene. Pero siempre hay que acudir al médico si el problema se vuelve frecuente.
