Así como Disneyland ha sido por 61 años el parque de diversiones más amado por lo niños, por hacer realidad sus fantasías infantiles, Erotikaland pretende lo mismo, pero para los adultos. Se trata de un parque temático dedicado al sexo.
Brasil es el país donde este centro de entretenimiento para adultos es construido y que estará en funcionamiento a principios de 2018 y quizá no podría haber mejor lugar ya que éste es famoso por el erotismo de sus bailes, sus carnavales sensuales y claro, su culto al cuerpo.
El parque contará, entre otras atracciones con Cine 7D con butacas vibratorias y sensación de frío y calor. Además tendrá una piscina nudista; un tren de los placeres con bailarines exóticos de ambos sexos y paradas dedicadas a distintas posturas del Kamasutra o juegos eróticos.
Además, habrá un museo temático que abordará la evolución del sexo a lo largo de la historia; autos “chocones” (como los de feria) imitando formas de genitales; contará con un teleférico; esculturas eróticas serán parte de la arquitectura de paisaje; habrá una noria con cabinas desde las que se podrá observar el exterior sin ser visto; habrá las infaltables sex shops, y restaurantes.
Se estima que las instalaciones lleguen a los 150 mil metros cuadrados y tenga un aforo de 3 mil personas, y pese a lo que muchos puedan pensar, no habrá hoteles en el parque, ya que dicen sus promotores: “En ningún caso quiere ser Sodoma y Gomorra”, Paulo Meirelles e Mauro Morata, socios de la empresa Soft Love, que es la encargada de hacer realidad este recinto del sexo, señalan que el parque se ha concebido como un espacio que acerque al sexo de forma lúdica, una propuesta para pasar el día de forma divertida y curiosa, por lo que las relaciones sexuales estarán prohibidas en su interior.
Por lo que los clientes que precisen de alguna habitación, ya sea por horas o por días, deberán reservarla en los establecimientos que se tiene proyectados tener fuera del parque.
A estas alturas, Erotikaland ya es denominada popularmente “Disneyland del sexo” y para evitar conflictos comerciales de cualquier tipo, sus impulsores se han apresurado a negar cualquier relación Disneyland.
