Cómo llegar juntos al orgasmo

23/09/2015 04:30 Cecilia Rosillo Actualizada 14:08
 

Como uno de los problemas más legendarios de las mujeres ha sido alcanzar el orgasmo, hace unos 30 años se creó la llamada técnica de alineación coital, que no sólo ayuda a lograr el orgasmo, sino que si se usa bien hasta se logra sincronizar a ambos miembros de la pareja a llegar al clímax al mismo tiempo.

En esta técnica se trata de usar una variación en la socorrida y popular postura del misionero, colocándose ella debajo de él, pero en este caso el hombre se debe poner un poco más arriba, de manera que su pecho quede a la altura de los hombros de la mujer.

Luego, ella debe rodear los muslos de su pareja con las piernas para ayudar a que la base del pene quede sobre el monte de Venus, lo que facilita mucho la estimulación del clítoris.

Este método, mejor conocido como TAC, tiene su éxito no en la postura, sino en el movimiento que debe tener tres características: ser rítmicos, acompasados y constantes. 

De hecho, quien empieza con este procedimiento es la mujer, que lo inicia de manera ascendente, empujando hacia arriba y hacia adelante, mientras el movimiento descendente lo lleva él empujando hacia atrás y para abajo. Uno de los retos de esta técnica es resistir la tentación de acelerar la velocidad de las embestidas.

De esta forma, la estimulación que recibe el clítoris durante los movimientos del coito es tan eficaz como la estimulación manual que muchas mujeres necesitan para llegar al orgasmo. Esta fórmula ha sido puesta a prueba en diversas investigaciones y ha resultado muy bien calificada y aunque suena sencilla, la verdad es que la práctica es lo que da los resultados, pues no es una técnica que sea exitosa a la primera.

Una de las cosas que hacen fracasar la TAC es que muchas parejas van con expectativas muy altas desde la primera vez y no sólo quieren que ella logre el orgasmo, sino que ambos lo hagan al mismo tiempo, lo que la mayor parte de las veces no ocurre porque la atención se centra en el desempeño sexual  y no en el goce.

Uno de los secretos de ésto es que el pene queda con la punta hacia abajo, en sentido vertical en lugar de horizontal, cuando hace los movimientos se presiona de forma natural el pubis y la base externa del pene sobre el área del pubis, en especial el clítoris y la uretra de la mujer, zonas claves para que ella pueda lograr el orgasmo.

Durante las embestidas, ambos deben hacer presión con sus respectivos genitales, así la pelvis de él ejerce presión contra el clítoris, lo que hace que el pene se inserte más profundamente en la vagina. 

Además, el movimiento de él hacia abajo presiona activamente el clítoris contra la base del pene. Y como la columna vertebral de ambos estará estirada en vez de arqueada, los músculos abdominales y de la parte baja de la espalda estarán relajados, en lugar de tensos. 

Y es que cuando los cuerpos permanecen sincronizados, la transición hacia el orgasmo ocurre espontáneamente. Con la práctica y buenos resultados mejora el nivel de deseo sexual.

 

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