¿Qué le duele al junior?

23/03/2016 05:00 Cecilia Rosillo Actualizada 05:06
 

Uno de los peores mitos sobre la sexualidad masculina es que el pene es un órgano infalible que sólo tiene dos problemas: la eyaculación precoz o disfunción eréctil, cuando lo cierto es que hay muchos más padecimientos y que la erección dolorosa existe e impide al hombre tener una vida sexual activa.

Uno de los grandes problemas es que se cree que los varones deben estar siempre listos para la penetración y que ésta no les duela, pero hay casos en que la erección va acompañada de dolores durante los juegos sexuales, que pueden ser agudos y puntuales o crónicos, lo que mata la pasión.

El problema se agrava cuando los hombres tienen sexo sin conocimiento básico de su pene, lo que llega a afectar seriamente su actividad sexual.

Durante los primeros encuentros sexuales es más común detectar problemas o durante la masturbación antes de las relaciones con pareja; si el hombre no se ha dado cuenta que el frenillo que tiene es demasiado corto, este se puede romper en la penetración, ya que una vez que el prepucio está retraído, como el frenillo es demasiado corto, se estira de más y se rompe.

Para no tener una experiencia traumática en la primera vez, lo más recomendable es “tirar un poco y ver hasta dónde el frenillo resiste sin dolor”, ya que si es una constante el dolor en la erección se puede llegar a romper la piel produciendo un abundante sangrado. En ese caso se aconseja una operación con el propósito  de alargar el frenillo del prepucio.

Otra razón para que duela el pene y el hombre no quiera tener sexo es cuando se da la fractura de los cuerpos cavernosos, incidente que puede darse cuando el hombre, en uno de los vaivenes, no acierta en la vagina y se estrella sobre alguna zona del hueso púbico. Por ejemplo, las famosas posturas del perrito (a cuatro patas y penetrando por detrás) y de  Andrómaca (con la mujer arriba), son en las que más a menudo sucede, por eso este dolor es consecuencia de un exceso de entusiasmo.

Y no queda más remedio que el realizar una cirugía para corregir el daño como único tratamiento.

Cuando el hombre tiene dolores crónicos durante el sexo, y por más excitado que esté, ya sea la erección o la penetración son un suplicio, es muy probable que el pene tenga fimosis, enfermedad de Peyronie, la enfermedad de Mondor o lesiones.

La fimosis se da sólo en hombres no circuncidados, ya sea porque desde el nacimiento, la piel en forma de cuello plegado que protege el glande, es demasiado estrecho, o porque durante la infancia o la adolescencia se ha  manipulado mucho esta piel retrayéndola y formando pequeñas grietas que al cicatrizar quitan flexibilidad en la piel, así durante une erección fuerte, el glande puede “forzar” el prepucio, que lo “estrangulará” por ser demasiado estrecho llenándolo de sangre sin poder volver a su posición inicial, una vez que la erección termina hay fuertes dolores.

Si el pene tiene una deformación en forma de curvatura que aparece progresivamente, en especial  hacia los 50 años, se padece la enfermedad de La Peyronie, aunque ésta también afecta a hombres jóvenes.

Aunque el origen de esta anomalía sigue siendo un misterio, es fácilmente identificable. Aunque no afecta a la erección, esta curvatura es fuente de estrés y de dolores durante las relaciones sexuales.

O bien, un fenómeno muy frecuente al principio de una relación, cuando el sexo ocupa un lugar predominante. Es un bloqueo de la vena superficial que provoca un moretón; es la que drena todos los envoltorios del pene.

Es doloroso, a causa de la inflamación, y esto se llama enfermedad de Mondor. El pene adquiere un aspecto inflamado, rojo, como un hematoma. Su único tratamiento es usar una pomada antiinflamatoria local, pero en cada relación el dolor aparece, lo que hace a los hombres que tienen este padecimiento rehuir mucho las relaciones sexuales.

Google News - Elgrafico

Comentarios