¿Sexo para reconciliarte?

Sexo 19/01/2017 05:00 Cecilia Rosillo Actualizada 05:00
 

Pensar que los problemas se resuelven en la cama es tan falso como creer que es el mejor lugar para reconciliarse. Sin embargo, tener sexo de reconciliación es más frecuente de lo que las personas piensan,  pero menos efectivo de lo que en realidad es.

De hecho, muchas parejas tienen recurrentemente sexo cuando ha habido una pelea para  limar asperezas y lo llegan a tomar como el remedio, pues una cosa sí es cierta, el sexo nos pone de buenas y tal como dice la canción: “Qué bien saben las caricias tras la reconciliación”, pues nos hace sentir nuevamente queridos, aceptados y   perdonados.

Pero existen más desventajas que ventajas en este tipo de conductas,  ya que un problema es un asunto de ajustes que la pareja debe resolver para sentirse bien y  ampliar su sistema de comunicación, lo que hace que el sexo sea de mejor calidad, pero existe un factor que enturbia las cosas, pues el sexo es más intenso  después de una pelea,  pues con este se descarga la emoción de enojo, lo que hace que las personas lo perciban como más fuerte.

Y sí, efectivamente al descargar el enojo, el cuerpo siente un placer especial,  ya que además de quitar esa carga, se tranquiliza, pero no se resuelve el problema que dio origen al conflicto, lo que a la larga hace que este “método sexual” para congraciarse con la pareja se vuelva un círculo vicioso.

Hay que tener claro que  los conflictos pueden solucionarse sin chantaje o coerción, pues muchas veces así se toma el tener sexo para reconciliarse, y  pelear constantemente va a erosionar la confianza. 

Llega un punto en que se pierde el respeto y se   llega  al daño físico o  emocional,  ya que las personas de manera inconsciente asumen que “usar el cuerpo” es una forma válida para descargar las emociones en el otro.

Entre los efectos negativos que puede generar el sexo por reconciliación, se encuentran los siguientes:

1. Por muy bueno que sea, nunca va a reemplazar una disculpa, además de que el orgullo puede continuar al tener la relación sexual.

2. Si el sexo no es placentero, puede empeorar la situación, ya que el enojo y el vacío se acentúan.

3. Puede convertirse en adicción y dañar tu calidad de vida, así como la de tu relación,  ya que acostumbra a la pareja a dejar de comunicar las cosas importantes y “cambiarlas” por sexo, pero no las resuelve.

4. Aunque en el  momento se siente placer y euforia, cuando estas emociones se evaporan, la molestia de la discusión seguirá presente, pues el sexo no hace olvidar.

Para las parejas que ya están en ese círculo vicioso, la terapia de pareja es uno de los métodos que les ayudar a descubrir los verdaderos conflictos y encontrar una solución, que haga que el sexo deje de ser un paliativo y sea lo que tiene que ser un espacio de crecimiento y comunicación.

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