Tener relaciones sexuales duele

08/10/2015 03:00 Cecilia Rosillo Actualizada 13:53
 

El coito doloroso o dispareunia no es exclusivo de las mujeres, los hombres también lo presentan y es uno de los grandes impedimentos masculinos para disfrutar de las relaciones coitales.

Por mitos culturales, se cree que los hombres, sobre todo los heterosexuales, siempre están dispuestos para el coito, y que si lo rechazan, y más anteponiendo pretextos como el dolor, es que son homosexuales; y si son homosexuales... tienen sida.

Cuáles son las causas. Nada más errado, casi el 50% de la dispareunia en varones se debe a la presencia de problemas de frenillo corto, lo que se conoce como frenulum breve: el pequeño tejido elástico que forma una especie de “V” situado bajo el glande o cabeza del pene que sirve para conectar el glande y la mucosa del pene, así como para posibilitar retraer la piel del prepucio y contraerla por encima del glande, no es lo suficientemente largo para cumplir con esto.

En el caso de las relaciones, el objetivo es que el glande (cabeza del pene) quede totalmente al descubierto gracias a la retirada de la piel del prepucio. Lo que ocurre es que si el frenillo es demasiado corto, el movimiento hacia atrás de la piel prepucial queda limitado a la hora de las erecciones.

De hecho, este problema puede aparecer tanto en estado de erección como en estado de reposo ya que el prepucio puede estar estrechado, alargado o estrechado y alargado a la vez, cosa que viene desde el nacimiento.

En los casos más graves, el dolor se vuelve tan insoportable que hace que el sexo y la masturbación sean imposibles hasta recibir tratamiento adecuado. El frenillo corto también puede causar desgarros muy desagradables con gran presencia de sangre. En algunos casos, los hombres descubren que tienen problemas con sus frenillos tras apreciar algo de sangre después sus primeras experiencias sexuales.

Tiene solución. Afortunadamente, existen tratamientos para atender la mayoría de los casos de dispareunia, y una vez que se soluciona ese problema, el dolor al mantener las relaciones sexuales desaparece.

El tratamiento para el frenillo corto es relativamente sencillo. Se usa una técnica de sutura mínimamente invasiva que da al frenillo toda la elasticidad que necesita, posibilitando así que se retraiga la piel del prepucio sin mayores problemas, lo que se conoce como elongación de frenillo. En otros casos, se realiza una pequeña incisión en el frenillo para rebajar el nivel de tensión y permitir una retracción más sencilla.

Sin embargo, también hay ejercicios que ayudan a estirar o mejorar elasticidad de la piel pero que deben realizarse con cuidado para evitar lastimarla.

¿Qué hacer? El principio básico es aplicar presión en la piel del prepucio, tanta como se le aplicaría a una banda elástica. Con cinco minutos dos veces al día de estirar la piel es suficiente. Tras comenzar los estiramientos, se continúa con ellos durante un mes para que el efecto conseguido sea permanente.

Primero hay que tratar de retraer la piel hasta que se sienta alguna incomodidad, tanto como se pueda tolerar sin sentir dolor; se mantiene la posición 30 segundos y se tira hacia adelante de nuevo y se relaja. 

Esto se repite cinco minutos. Hacerlo en el baño puede ser de ayuda ya que el calor ayuda a la dureza a aflojarse un poco.

Existen cremas esteroides para acelerar los efectos de los estiramientos. Disminuyen el grosor de la piel para que así se estire más fácilmente; y luego, cuando dejas de aplicar el esteroide, la piel se reconstruye.

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