El final de un año es una buena oportunidad para hacer una revisión de lo conquistado, lo malogrado y cómo nos sentimos con respecto a esto. Es una forma de hacer un inventario para hacer elecciones positivas y dejar atrás conductas o actitudes de las que nos queremos alejar. Y si hacemos esta revisión con amabilidad y conciencia, puede ser realmente una oportunidad de cambio, de dar la bienvenida a lo nuevo y diferente.
¿Cómo estás ahora mismo?. Detente y úbicate en el presente. Dedícate unos cinco o diez minutos para estar quieto y en silencio, preferentemente en un lugar donde no te molesten o interrumpan. Puede ser ahora mismo. Suavemente cierra los ojos o mantenlos entreabiertos, pero con una actitud de mirar hacia tu interior. Toma un par de respiraciones profundas. Nota cómo te sientes, qué sensaciones hay en tu cuerpo. Percibe cualquier tensión en tu cuerpo. Date cuenta de cualquier emoción, sin juzgarla. Siente tu respiración. Plantéate estas preguntas:
¿Qué has logrado este año, de qué te sientes orgulloso? Todos tenemos pequeños logros y algunos más grandes, día con día. No haber reaccionado con violencia ante una agresión de alguien más, puede ser un gran logro para quien está aprendiendo a regular sus emociones. Haber ahorrado unos pesos es un logro importante para quien gasta en exceso o tiende a endeudarse. Piensa en tus logros y regocígate en ellos, celébralos. Siente ese gusto de haber hecho algo bueno e importante para ti.
¿Qué tienes que agradecer este año? Siempre hay algo o alguien por quien sentirse agradecido. Quizás hiciste una nueva y valiosa amistad con un vecino o compañera de trabajo. A lo mejor te recuperaste satisfactoriamente de una enfermedad o pudiste darle a tu familia algo especial: tiempo, unas vacaciones, cercanía afectiva. Sentirnos agradecidos es apreciar lo bueno en nuestra vida. Hacernos conscientes de eso con que contamos nos da una sensación de dicha y satisfacción.
¿Qué relaciones han traído más felicidad a tu vida? Puede tratarse de la nueva relación con tus hijos, a quienes habías dejado de ver. Podría ser una relación amorosa gratificante que inició este año. También podría ser la relación con un amigo que reencontraste. Las buenas relaciones pueden traer mucha felicidad. Hazte consciente de aquellas con que cuentas.
¿Qué retos o dificultades enfrentaste este año? Tener en cuenta los obstáculos superados nos sirve para darnos cuenta de nuestra fuerza, determinación y valentía. Pon especial atención a las habilidades y cualidades que utilizaste para salir adelante en los momentos difíciles. Esto te dará una enorme fuerza para continuar si hay cosas por hacer para afrontar retos.
¿Qué te gustaría soltar? Plantearnos la intención de soltar es un buen comienzo para dejar ir una actitud que nos disgusta o trae problemas con los demás, una mala relación o resentimiento.
Cuando sembramos en nuestra mente (y corazón) esta semilla, la intención, consciente o inconscientemente, estaremos haciendo cosas para lograr lo que nos proponemos. Este es un buen momento para dejar ir lo que no funciona en nuestra vida o nos tiene insatisfechos.
Date cuenta de cómo te sientes cuando te planteas estas preguntas. Puedes escribir tus respuestas. Observa tus ideas con apertura, sin juzgarlas. Para terminar, si quieres, puedes proponerte algunas acciones concretas a partir de tu reflexión. Respira profundamente un par de veces y pon manos a la obra.
